EE.UU.: Pacientes pagan grandes y sorpresivas facturas tras ir a emergencias

Jueves, 17/11/2016

Los montos, de un promedio de US$ 622, se deben a médicos que trabajan en el hospital, pero facturan como externos por lo que sus honorarios se cobran aparte de lo que el paciente ya pagó en el hospital. 

Reuters. Dos economistas de Yale están pidiendo a los estados poner fin a una práctica que permite a algunos médicos sorprender a los pacientes con grandes facturas médicas después de las visitas a una sala de emergencia de hospital.

Las facturas se generan cuando la gente se presenta para el tratamiento en un hospital que está en la red del seguro del paciente, pero el hospital ha contratado a los doctores que son contratistas independientes que eligen no ser parte de esa red.

El resultado: facturas posteriores inesperadas de un promedio de US$ 622, de acuerdo con un nuevo análisis aparecido en el New England Journal of Medicine por Zack Cooper y Finoa Scott Morton.

Ellos encontraron a una persona a quien se le facturó un extra de US$ 19.603 después de ir a una sala de emergencias, donde los costos adicionales se agregaron y no estaban cubiertos por el seguro.

Incluso una factura de US$ 622 es desalentadora cuando casi la mitad de los estadounidenses no pueden cubrir un gasto de US$ 400 sin pedir prestado dinero o vender activos, según datos de la Reserva Federal.

Los pacientes "no están pensando en la factura cuando necesitan para obtener atención médica y se ven envueltos más tarde con una factura de un médico que no conocían, no podían elegir y no podían evitar", dijo Cooper a Reuters Health en una entrevista telefónica .

"Es más o menos similar a salir a cenar, tener una comida decente, pagar la factura, y ocho semanas más tarde recibir una factura de US$ 10.000 del tipo que sirve el pan. Ellos amenazan con enviarnos a la recolección (forzosa de deudas) si no pagamos", dijo el economista.

"No es sólo atención de emergencia", agregó Cooper. "Esto sucede para muchas otras cosas; anestesiólogos, cirujanos asistentes, radiólogos y laboratorios, esto es una consecuencia de cómo pagamos por la atención médica, pero el ejemplo de la sala de emergencias es particularmente atroz".

En respuesta, el Colegio Americano de Médicos de Emergencia (ACEP por sus siglas en inglés) publicó un comunicado en el que su presidenta, la Dra. Rebecca Parker, se quejó de que "el estudio no aclara que las compañías de seguros están engañando a los pacientes mediante la venta de políticas llamadas “de bajo costo” que cubren muy poco hasta que llegan los deducibles y luego culpan a los cobros de los médicos".

La Dra. Parker también desafió la factura de US$ 19.603 y notó que Cooper y Morton no identificaron a la compañía de seguros que suministraba los datos.

Más allá de ello, los dos economistas sugieren que "la mejor solución sería que los estados exijan a los hospitales que vendan un paquete de servicios de urgencias que incluya tanto los honorarios del uso las instalaciones como los honorarios profesionales".

El doctor Jim Augustine, un experto de ACEP en asuntos fuera de la red, dijo que la facturación solía ser un paquete unificado hasta que el gobierno federal exigió facturación separada en los años setenta y ochenta. Lo que ha cambiado, dijo a Reuters Health por teléfono, es que las compañías de seguros han disminuido lo que van a pagar y establecen redes estrechas de proveedores.

"A las compañías de seguros les gustaría tener un paquete de arreglos de reembolso porque es ventajoso para su contratación", dijo. En cambio, "no es ventajoso para las personas que cuidan de ellos".

Cooper y Morton dijeron que si los costos de los médicos se agregaran con el costo de cada visita a la sala de emergencias, los hospitales determinarían qué médicos serían pagados y ese acuerdo sería parte del paquete de la sala de emergencias. No habría facturas de sorpresa para los consumidores y que ello preservaría la competencia del mercado porque si un médico no le gusta lo que un hospital está dispuesto a pagar por el tratamiento de los pacientes, el médico podría trabajar en un hospital diferente. Los hospitales competirían ofreciendo las mejores tarifas para atraer buenos doctores.

Bajo tal sistema, dijeron, "lo más importante es que los pacientes siempre estarían protegidos".

En su estudio, Cooper y Morton descubrieron que el 22% de las visitas involucraba a pacientes que iban a una sala de emergencia de un hospital de la red con personal médico fuera de la red.

Las probabilidades de que ello ocurriera variaban regionalmente. Se vio en el 89% de las visitas en McAllen, Texas, pero virtualmente no en el caso de la visitas en Boulder, Colorado.

"El hecho de que vemos lugares en los que esto simplemente no sucede, realmente nos dice que esto realmente no necesita suceder", dijo Cooper, profesor asistente de salud y economía de Yale. "Hay un montón de cosas que están descompuestas en la atención médica que no podemos arreglar o (son) realmente desafiantes. Esta (en cambio) es una que es realmente grande, que daña a mucha gente, y que es realmente fácil de resolver".

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