El pop como autopista a la clínica y el cementerio

Viernes, 10/06/2016

Análisis de 14 años de avisos publicitarios de estrellas pop destinados a adolescentes, muestra que estos ven 5.900 anuncios al año. Y que los de alimentos promueven claramente la malnutrición agravada.

Cluster Salud. Ahí está su hija en el jardín disfrutando en la tablet el último hit de esa cantante tan vital y delgada, comentando con sus amigas cuánto querrían parecerse a ella. Lo cual no es fácil porque, pese a ser adolescentes, todas ya tienen sus importantes kilos de sobrepeso. Pero no importa, piensa usted, bailando las canciones de su ídola algunos bajará. Está equivocada. No, bailando las canciones de ésa ídola en particular algunos kilos más va a subir.

Es lo que descubrió Marie Bragg,  profesora asistente en el Departamento de Salud de la Población de la Universidad de Nueva York (NYU) en Langone, EE.UU. Sucede que los fans de las estrellas del pop desean imitar rasgos de sus estilos de vida y si las estrellas les dicen qué comer, les harán caso. Lo cual no sería un problema, si no fuera porque la gran mayoría de los productos alimenticios y bebidas comercializados por algunas de las más populares estrellas de la música no son saludables.

“Debido a las crisis de salud pública de nuestro país, originada en  la obesidad infantil y adolescente, es importante para crear conciencia sobre cómo las compañías están usando celebridades populares con estas audiencias para comercializar sus productos poco saludables”, dice Bragg, que también es miembro de NYU College of Global Public Health. "La investigación ya ha demostrado que la publicidad de alimentos lleva a comer en exceso, y la industria alimentaria gasta US$ 1.800 mil anuales en campañas de comercialización hacia los jóvenes”.

Lo de Bragg no es una opinión alarmista y sesgada. Se cree que su estudio es el primero en que utilizar un análisis nutricional riguroso para evaluar la salubridad de los alimentos y las bebidas comercializadas por estrellas de la música, tras la revisión de docenas de anuncios que se difundieron durante un período de 14 años.

Para identificar las estrellas de la música popular, los investigadores pasaron por el chart “Hot 100” de canciones de la revista Billboard entre 2013 y 2014. Los investigadores también verificaron su popularidad y atractivo comercial con los adolescentes mediante la revisión de adolescentes ganadores de los Teen Choice Award, y se cuantificaron el número de reproducciones de vídeo de YouTube asociada con la comida de los famosos y sus apoyos a  marcas de bebidas no alcohólicas.

El equipo de investigadores catalogó cada endoso entre 2000 y 2014 utilizando ADSCOPE, una base de datos anuncio que contiene todas las formas de anuncios, incluyendo la televisión, revistas y radio. También buscaron publicidad o promociones oficiales en YouTube y en medios de comunicación. Los endosos se definieron cómo la participación de una celebridad en un concierto patrocinado por un producto.

Después de clasificarlos en diferentes categorías de márketing, los autores encontraron que el 65 de 163 de las estrellas del pop identificadas, se asociaron con 57 diferentes marcas de alimentos y bebidas. Alimentos y bebidas no alcohólicas fueron la segunda categoría más importante respaldo, que constituyen el 18% de los endosos, siendo los bienes de consumo –con un 26%– la primera, y estando por delante de las ventas al por menor o retail con un 11%.

Para evaluar el valor nutricional de los productos alimenticios aprobados, los investigadores analizaron la información nutricional en las etiquetas de los alimentos utilizando el Perfil de Nutrientes Modelo (NPM por sus siglas en inglés), que se ha utilizado en otros estudios de investigación de mercados de alimentos y proporciona una puntuación que representa el contenido de nutrientes. Es así como 21 de los 26 productos alimenticios, o el 81%  fueron considerados “pobres en nutrientes”.

Los investigadores determinaron, además,  la salubridad de una bebida examinado las calorías de azúcar añadida. De 69 bebidas aprobadas, 49, o el 71% eran endulzadas con azúcar. Por el contrario, las recomendaciones relacionados con el agua aparecieron sólo tres veces.

Pero, ¿son realmente influyentes estos anuncios? Los niños estadounidenses ven aproximadamente 4.700 anuncios cada año y adolescentes 5.900 anuncios. Con alrededor de 313 millones de vistas a las versiones de vídeo de YouTube de canciones con publicidades de alimentos y bebidas asociados con celebridades en la muestra de este estudio, parece difícil creer que el efecto es nulo. Sobre todo porque la insistencia de las empresas en esta política no parece una manera de tirar decenas de millones de dólares a la basura.

“Estas ofertas respaldo de las celebridades son a menudo un valor de millones de dólares cada uno, las compañías sugieren que las encuentran críticas para la promoción de productos”, dice Bragg.

Y comercialización de alimentos y bebidas ha sido identificado en una variedad de estudios epidemiológicos y de la psicología como un factor ambiental importante en la obesidad infantil. No por nada, en 2012, más de un tercio de los niños y adolescentes de EE.UU. estaban con sobrepeso u obesos, según los Centros de Estados Unidos para el Servicio de Salud Pública.

Aunque muchas compañías de alimentos y bebidas han adoptado compromisos voluntarios no llegar a los niños menores de 12 años de edad con ciertas formas de comercialización, los adolescentes no están incluidos.

“Teniendo en cuenta la fuerte orientación de los adolescentes y la cantidad de dinero que gastan en alimentos y bebidas, las promesas de reducción de comercialización de alimentos voluntarios debe ampliarse para incluir a los adolescentes”, piensa Bragg.

Y, claro, las celebridades también deberían utilizar su influencia para promover la comercialización más saludable y fomentar el consumo de alimentos sanos, sugieren los investigadores. Pero, claro,  eso podría significar unos millones de dólares menos en sus bolsillos. Mientras ello no ocurra, seguiremos viendo estrellas, probablemente, con cuerpos más delgados que lo saludable y fans con cuerpos más gordos que lo saludable. Estos últimos sacando dinero de sus billeteras para engordar las cuentas bancarias de las primeras. Y ambos grupos terminando en clínicas 15 o 20 años después por enfermedades muy diferentes, originadas –irónicamente– en disfrutar canciones llenas de vida y amor.

 

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