Inmuno-oncología: Nuevas terapias ya están transformándose en alternativas reales contra el cáncer

Jueves, 06/10/2016

Hasta el momento la quimioterapia continúa siendo el tratamiento base para tratar la enfermedad, que constituye una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo.

Cristián Yàñez, Cluster Salud. El cáncer, como conjunto de enfermedades, sigue representando un problema de carácter mundial y donde la ciencia ha seguido investigando para buscar nuevas alternativas para combatirlo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para 2030 los nuevos casos de cáncer serán alrededor de 20 millones.

De todos los tipos de cáncer, el de pulmón es la primera causa de muerte oncológica del planeta y la quinta en relación a otro tipo de enfermedades. El Dr. Alfredo Caparros, director medico regional de oncología para MSD Lationamérica, afirma que en el caso de Latinoamérica y el Caribe, en 2015 se registraron cerca de 93 mil nuevos casos de cáncer de pulmón y de estos 82 mil tuvieron un desenlace fatal. Este año se proyectan aproximadamente 1.200 casos de los cuales 660 mil son de mortalidad.

Caparros plantea que el cáncer es una de las enfermedades mas desafiantes del mundo y de América Latina, sin embargo, aún falta mucho por avanzar debido a la alta tasa de mortalidad existente. Es ahí donde aparece la inmuno-oncología como una terapia innovadora para combatirlo. Caparros destaca que su importancia se manifiesta en muchos aspectos y uno de ellos es el espacio que le dedican revistas científicas tan prestigiosas como Science, que en 2013, consideró a las nuevas inmunoterapias del cáncer como el gran avance del año.

La característica más distintiva distintiva de estas nuevas inmunoterapias es el mecanismo de acción. Los tratamientos convencionales anti tumorales habitualmente se basaban en un efecto del tratamiento sobre células malignas, es decir, sobre el propio tumor. En cambio, el efecto de este tratamiento no es contra el tumor, sino a través del sistema inmunológico del huésped, buscando potenciarlo para que sea el propio sistema inmune el que luche contra el tumor y lo ataque.

Enfermedad no progresa

Lo que se ha empezado a ver con estas nuevas inmunoterapias, en el marco de la inmuno-oncología, es una mejora en la curva de supervivencia. Caparros indica que hay una proporción de pacientes con cáncer metastásicos avanzados que mediante estas nuevas inmunoterapias, han mostrado que la enfermedad no progresa, se estabiliza a lo largo del tiempo y la supervivencia de prolonga en el tiempo.

“Esto lo vemos hoy en día, no es una promesa si no una realidad en base a datos publicados y analizados en congresos científicos”, comenta el especialista. Hay que destacar que muchos pacientes que no están teniendo otra alternativa están solicitando inmunoterapia aunque no esté aprobada y pidiendo participar de los estudios clínicos.

Caparros señala que se prevé para el futuro ir mejorando esta proporción de pacientes que hoy están entre un 20% y 40%. “La aspiración es aprender a combinar mejor estos tratamiento con nuevas inmunoterapias o con otros tipos de terapias para lograr ese objetivo”, afirma.

¿Cómo funcionan estas terapias?

Los tumores pueden evadir los ataques inmunes del cuerpo humano y esto es precisamente lo que ha permitido el desarrollo de estas nuevas terapias. En el organismo los linfocitos T tienen muchos sitios de control y son estos lugares los que el tumor aprovecha para evadir los ataques para destruirlo. Uno de los mecanismos que usa es producir una sustancia llamada PDL-1 (del inglés programmed death-ligand) , una sustancia que se encuentra con receptor del linfocito PD-1 (del inglés programmed cell death protein), que genera la supresión de la respuesta inmune, inhabilitando al linfocito.

Lo que hacen estas terapias inmuno-oncológicas es bloquear el contacto entre el ligando PDL-1 y el linfocito T -puede ser mediante el anticuerpo monoclonal pembrolizumav- para que la respuesta inmunológica anti tumoral se active. En la investigación y la práctica clínica se puede reconocer que pacientes se pueden beneficiar más o menos con estas terapias, mediante los biomarcadores. Estas son sustancias biológicas que señalan alguna característica de la enfermedad y entregan pronósticos, a través de una biopsia.

¿Cómo se reconoce entonces si funcionará en tal o cual paciente? Mediante una biopsia, en donde los médicos pueden conocer la cantidad de biomarcadores existentes. Por ejemplo, el PDL-1 actúa como biomarcador, si hay muchos es más probable que la terapia inmunológica tenga mejores resultados, es decir a mayor cantidad, el paciente podrá responder mejor al tratamiento.

Investigaciones en curso

Las terapias anti PD-1 o PDL-1 son la columna vertebral de muchos nuevos tratamientos o líneas de investigación actuales. En términos de patologías, la primera etapa de investigación de estas nuevas inmunoterapias partieron con dos patologías principales, que son el melanoma y el cáncer de pulmón. Más tarde a medida que avanzaban los ensayos clínicos, se vio que la terapia anti PD-1 también podía ser efectiva en otros tumores como el de cabeza y cuello, vejiga, gástricos


Actualmente en Estados Unidos están aprobados los tratamientos anti PD-1 para melanoma, cáncer de pulmón, cabeza y cuello, linfoma hodgkin y carcinoma renal. Los demás están en líneas de investigación. En el caso de MSD, esta compañía tiene actualmente más de 300 estudios clínicos a nivel mundial que apuntan a investigar 30 tipos de tumores diferentes. “La inversión de 2016 de MSD a nivel global estuvo cercana a los US$ 6.700 millones, donde gran parte se destina a programas de inmuno-oncología”, señala Caparros.

Respecto al costo de estos tratamientos, aún es un tema pendiente para la industria, ya que los medicamentos no son baratos. “Todos estos programas de desarrollo clínico e inversión asociadas a inmunoterapia son muy costosos, por eso muchas compañías de biotecnología más pequeñas invierten en etapas tempranas y luego buscan asociarse con farmacéuticas más grandes”, destaca Caparros.

¿Posible reemplazo a la quimioterapia?

A pesar de que los tratamientos inmuno-oncológicos han avanzado considerablemente y que ya están mostrando resultados sorprendentes -como en el emblemático caso del ex Presidente de EE.UU, Jimmy Carter quién fue curado de cáncer- aún falta mucho para llegar a hablar de cura o del reemplazo de la quimioterapia.

“Se sabe ya que está siendo superior a la quimioterapia en primera linea de tratamiento del cáncer de pulmón con células no pequeñas”, destaca Caparros. Sin embargo, el experto es claro en señalar que “si bien la inmuno-oncología está dando pasos muy importantes y esperanzadores, todavía no puede dar una respuesta absoluta a todos los pacientes para mejorar y prolongar la sobrevida”.

A su juicio, lo más probable es que el futuro sea combinar nuevas inmunoterapias con otros tratamientos, por ejemplo combinar pembrolizumav con otros agentes inmunológicos, vacunas o terapias dirigidas a blancos moleculares, o con quimioterapia. “La inmuno-oncología es muy importante, pero no es lo único”, afirma.

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