Inmunoterapia, un antes y después en oncología

Miércoles, 27/07/2016

Esta nueva tecnología curativa es líder entre las líneas de investigación a futuro en nuevos tratamientos contra el cáncer. Se anticipan avances en los que afectan a la cabeza y cuello, así como contra el linfoma de Hodgkin.

El Economista. Maribel Ramírez Coronel, Periodista en temas de economía y salud. Los últimos medicamentos biotecnológicos contra el cáncer traen mecanismos de acción que nada tienen que ver con la agresiva quimioterapia o radiación y ya están marcando un antes y un después en la historia de la oncología.

La historia de la medicina y del tratamiento del cáncer está dando un giro de 180 grados con el arribo de la inmuno-oncología. Explicada en forma de lo más simplista, consiste en estimular al propio sistema inmunológico del paciente con cáncer, digamos para que las defensas del organismo trabajen en su favor al reconocer y atacar las células cancerosas. Así, la ciencia médica está abriendo nuevas expectativas de supervivencia para el cáncer al cambiar la forma como son tratados los tumores malignos.

A México llegó en el 2013 la primera terapia inmuno-oncológica exitosa a nivel mundial, dirigida a un tipo de cáncer de piel llamado melanoma metastásico. De hecho, ese medicamento Ipilimumab —lanzado hace tres años por la biofarmacéutica Bristol Myers Squib (BMS)— en enero fue incluido en el cuadro básico del Consejo de Salubridad General (CSG) para que en el Sector Público de pueda prescribir.

Ahora, la Cofepris dirigida por Julio Sánchez y Tépoz acaba de autorizar la comercialización de otro fármaco inmuno-oncológico, también de BMS. Es nivolumab (Opdivo) indicado para cáncer de pulmón, de riñón y un agresivo cáncer de piel que desafortunadamente está incrementando su incidencia en el país. Específicamente la indicación es cáncer de pulmón de células no pequeñas, carcinoma renal avanzado y melanoma metastásico.

Cofepris recién autorizó también el registro a otra terapia inmuno-oncológica llamada Pembrolizumab (Keytruda), ésta de MSD, con la indicación en principio de cáncer de pulmón, así como para melanoma, el tumor más letal de los que atacan la piel por su gran capacidad de producir metástasis y por su alta resistencia a la quimioterapia.

En la última reunión de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por su sigla en inglés) celebrada anualmente en Chicago, quedó muy claro con todos los estudios presentados, que la inmunoterapia es líder entre las líneas de investigación a futuro en el tratamiento contra cáncer.

La expectativa es grande, pues se ven venir otras inmunoterapias en distintos tipos de cáncer como de cabeza y cuello, así como de linfoma de Hodgkin.

Estas terapias revolucionarias obligan al especialista y a los servicios oncológicos a estar actualizados y adoptar nuevas posiciones ante el llamado mal del siglo. Todavía hay mucho por saber. Las nuevas investigaciones se dirigen a ampliar la inmunoterapia a más tipos de cáncer, a entender por qué es efectiva en algunos pacientes pero no en otros con el mismo tipo de cáncer, y a buscar combinaciones efectivas de inmunoterapia con quimioterapia, radiación y terapia dirigida.

El reto es para los sistemas públicos de salud en todo el mundo que, de por sí ya en aprietos, ante estas innovaciones se ven más presionados porque los nuevos tratamientos son mucho más costosos. He ahí los dilema éticos que enfrentan los tomadores de decisiones en salud.

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