Los wearables pueden funcionar como detectores de problemas de salud personal

Miércoles, 25/01/2017

Estos dispositivos formarán un mercado de US$ 34.000 millones en 2020.

Pablo G. Bejerano, ThinkBig. Son unos dispositivos de uso común. Smartwatch y pulseras inteligentes se han convertido en objetos cotidianos, pero con el tiempo llevaremos más complementos adosados a nuestro cuerpo. Pese a ir poco a poco, los wearables formarán un mercado de US$ 34.000 millones en 2020. Estas previsiones dan idea de la popularidad de la tecnología. Es un aspecto que la Universidad de Stanford ha tenido en cuenta a la hora de planificar su estudio.

El experto en genética de la Universidad de Stanford Mike Snyder ha liderado un estudio donde se ha investigado la capacidad de los wearables para detectar problemas de salud. El material de estudio han sido 60 voluntarios, que han probado varios dispositivos wearables a lo largo de un tiempo variable.

El propio Snyder ha vivido con la compañía de siete sensores durante dos años. El objetivo es observar ciertos parámetros biológicos y aprender cómo son los patrones. De esta manera, los investigadores han descubierto que los wearables pueden indicar rápidamente cambios en estos patrones. Tanto es así que estos dispositivos han detectado problemas de salud antes de que el propio usuario se diera cuenta de que se encontraba mal.

El uso de los wearables para la salud personal puede resultar bastante útil, si se atiende a la información obtenida. Aunque primero hay que tener un registro de cada usuario, para conocer cómo funcionan normalmente sus parámetros biológicos. A partir de ahí se pueden detectar cambios y obtener pistas para hacer diagnósticos.

El laboratorio de Snyder recogió más de 1.700 millones de mediciones de los usuarios. Se incluyeron desde la temperatura de la piel a los patrones de sueño o la exposición a la radiación. Así, cuando detectaban un comportamiento extraño, por ejemplo en una proteína de la sangre, investigaban más a fondo. En otras palabras: el usuario iba al médico.

Cuando los sensores indicaban que algo pasaba había un problema de salud en ciernes. La tecnología lo detectaba antes de que el propio usuario se sintiera mal. Inflamaciones o deficiencias en el sistema inmunológico fueron capaces de anticiparse gracias a los datos que ofrecen los wearables.

Desde luego no es la primera vez que se propone el uso de wearables para la salud personal. Estos dispositivos, entre la moda y los usos médicos, ofrecen información que puede resultar útil para la medicina. Pero hasta ahora no se pueden considerar dispositivos médicos. Si bien el estudio de Stanford está explorando las posibilidades en este sentido.

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