La salud puede ser buen negocio para México

Miércoles, 14/06/2017
Por Maribel Ramírez Coronel, Periodista en temas de economía y salud para El Economista.
Maribel R. Coronel

A la salud la percibimos tradicionalmente como una necesidad, o como ese derecho ciudadano a que todos debemos acceder (que sí lo es) pero que en los hechos es inalcanzable. El lugar común dice: la salud es cada vez más cara y los recursos insuficientes.

Pero sería buen momento de empezar a ver con ojos nuevos los problemas viejos; a cambiar de paradigma y ver las cosas bajo otro enfoque. El punto es dejar de enfocar la salud como una necesidad a cubrir (que no deja de serlo) y vislumbrarla como un rubro de oportunidad.

Y es que justamente el sector salud está compuesto, sí, por todo el conjunto de instituciones públicas y privadas de atención médica, pero también por una serie de proveedores, empresas productivas y prestadores de servicios que ofrecen una enorme gama de opciones para atender al paciente, pero que al mismo tiempo representan inversiones económicas.

Realmente el sector salud tiene que ser más visto como un rubro productivo con un elevado potencial poco vislumbrado de aporte a la economía. Impulsar el sector salud en México genera necesariamente mayor productividad y competitividad a la economía. Al ofrecer mejor salud se logra una sociedad más sana y, por ende, productiva, pero además se detona una industria que puede resultar gran negocio para México.

Hablamos, por ejemplo, de la importante industria de dispositivos médicos en México que ya exporta US$ 20.000 millones anuales. Pero también de los clústeres de negocios en salud que se están desarrollando en ciudades de la frontera norte y en la región del Bajío. El país tiene un amplio potencial para detonar una industria de servicios médicos que seguramente serían incentivo para atraer inversiones de alta tecnología como genómica, inteligencia artificial, máquinas pensantes y todas esas innovaciones que están revolucionando las ciencias de la vida.

El número de habitantes y el elevado nivel de la medicina mexicana pueden ser dos indudables puntos de atracción de inversiones. Se trata de impulsar una sociedad sana, y adicionalmente sacar provecho a una industria de soluciones, de equipamiento médico, de formación médica, de manejo de expediente clínico, etcétera, que genere recursos a la economía.

Este escenario nos ayuda a pintarlo el doctor José Amado Espinosa Lobato, un médico anestesiólogo subespecializado en informática médica quien es presidente de la Asociación Internacional de Informática Médica para Latinoamérica y el Caribe. Calcula que cerca de 15% del gasto en los procesos en salud en el mundo desarrollado está relacionada con la tecnología, pero en México esa proporción es de 2%, lo que habla del potencial que en este rubro tiene el sector salud mexicano.

Quien desde el 2009 ha sido consejero de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, Telecomunicaciones y Tecnología de la Información (Canieti), el doctor Espinosa preside el esfuerzo del Digital Economy Show, que esta semana reúne en un encuentro de negocios en Guadalajara, Jalisco, a directivos de empresas, funcionarios de gobierno, académicos y todo interesado en la nueva fase del mundo digital, incluido el ámbito de la salud digital. Aparte de empresas expositoras, el evento integra una serie de conferencias y talleres sobre tecnología como ciudades y territorios inteligentes, internet de las cosas, inteligencia artificial, empresas 4.0, máquinas que aprenden. En el evento se reunirá la Asociación Mexicana de Informática Médica, otra organización que ha surgido a partir de la tecnología en medicina.

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