La Organización Mundial de la Salud y el gobierno de la República Democrática del Congo esperan no ceder mucho terreno a la nueva epidemia de ébola. A diferencia de la epidemia que azotó África en 2013, confían en que la rápida acción y las medidas preventivas mantengan confinado el brote de la mortal enfermedad.

Hasta la fecha, se han reportado 11 casos sospechosos, incluyendo 3 muertes en la zona de Likati, provincia de Bas-Uele, en la parte norte del país fronterizo con la República Centroafricana. Likati está a unos 1.400 kilómetros de Kinsasa, la capital.

“Estoy aquí para asegurar al gobierno de la República Democrática del Congo que en colaboración con el sistema de la ONU y otros socios, trabajaremos juntos para responder a este brote. La OMS ya ha movilizado a expertos técnicos para que se desplieguen sobre el terreno y está dispuesta a proporcionar el liderazgo y los conocimientos técnicos necesarios para organizar una respuesta coordinada y eficaz. Animo al público a trabajar con las autoridades sanitarias ya tomar las medidas preventivas necesarias para proteger su salud”, comentó Matshidiso Moeti, director regional de la OMS.

El primer caso ocurrió el 22 de abril en un varón de 45 años. Fue transportado en taxi al hospital y murió a su llegada. El conductor también cayó enfermo y más tarde murió. Una tercera persona que cuidó el primer caso también se enfermó y posteriormente murió. En la actualidad, se siguen 25 contactos del segundo paciente que murió. De los casos y muertes, sólo uno ha sido confirmado con pruebas de laboratorio.

El 10 de mayo de 2017 un equipo multidisciplinario dirigido por el Ministerio de Salud y apoyado por la OMS, en el marco del nuevo Programa de Emergencia de la OMS,  fue desplegado a la zona sanitaria de Likati, provincia de Bas Uele.

Se ha activado la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes (GOARN) para brindar apoyo adicional si es necesario. Se está reforzando la vigilancia epidemiológica, el seguimiento de contactos, la gestión de casos y el compromiso de la comunidad.

"Estamos agradecidos a la OMS ya otros socios por el rápido apoyo en la realización de investigaciones que condujeron a la confirmación de este brote", dijo  Oly Ilunga Kalenga, Ministro de Salud de la República Democrática del Congo. "Una fuerte respuesta multisectorial, una mejor coordinación, la conciencia pública, el compromiso de la comunidad y los recursos adecuados serán fundamentales en nuestros esfuerzos para detener el brote ", agregó.

Este es el octavo brote de la enfermedad del virus Ebola desde su descubrimiento en 1976 en la República Democrática del Congo. Aquel año se detectaron 318 casos en Uambuku. Al año siguiente se produjo una muerte en Tandala. En 1995 los casos se elevaron a 317 con 245 muertes en Kikwit. En 2007 la epidemia afecto la zona de Kasaï-Occidenteal con 264 casos. Entre 2008 y 2009 el brote epidémico fue menor con 32 casos y 15 muertes. En 2012 se registraron 62 casos y 34 muertes. Finalmente en 2014 se detectaron 66 casos y 49 muertes.