Dormir bien y no comer pastel, el programa para reducir la obesidad en Ámsterdam

Viernes, 14/04/2017
Por medio de esta iniciativa la capital de Holanda logró reducir el índice de niños con sobrepeso en un 12%. También dan clases de cocina saludable y no permiten que empresas como Coca Cola patrocine los eventos de la ciudad.
El Espectador

Además de ser una ciudad moderna, Ámsterdam es conocida por ser la ciudad que tiene el índice más alto de obesidad en Holanda: un quinto de su población de niños tiene sobrepeso o está en riesgo de sufrir alguna enfermedad relacionada a esta condición. Sin embargo, desde que la alcaldía comenzó un programa para reducir este índice, en sólo tres años, de 2012 a 2015, la ciudad logró disminuir el sobrepeso de niños en un 12%. Cifra que deja la idea de que el programa de Ámsterdam podría tener varias claves para combatir uno de los mayores problemas de salud pública que se extienden en el mundo.

El programa, explica el periódico The Guardian, tiene múltiples frentes, desde promover el consumo de agua en las actividades extracurriculares, hasta que la ciudad niegue cualquier patrocinio a eventos que vengan de empresas como Coca Cola o McDonalds. Lo que, sorprendentemente, ha logrado que los mejores resultados se den entre los más pobres.

De hecho, en la escuela De Achtsprong, ubicada en el barrio Bijlmer, es donde se han dado los mejores efectos. En el 2007 este colegio estaba ubicado entre los tres primeros con más obesidad, por lo que fue uno de los puntos claves para llevar el programa. A los niños se les pesaba y tomaba la talla todos los días, y se les pidió a los padres que no les empacaran jugos en caja para las onces, sino agua o leche.

A esto, se sumó un veto relativo a la típica celebración de fiestas de cumpleaños. En vez de llevar ponqués (tipo de pastel) o tartas, la escuela produjo una carpeta de golosinas saludables, como naranjas o zanahorias, que eran decoradas de manera estratégica para hacer parte de las festividades.

Cuadras más adelante, explica el diario inglés, en un barrio al este de la ciudad, el programa también ofrece clases de cocina comunitaria tanto para padres como para niños. A cargo de una voluntaria que viene de Egipto, a los ciudadanos de Ámsterdam se les enseña a cocinar más saludable y con recetas tradicionales. Muffins de vegetales y creados sólo con cereal y huevo son algunos de los productos que salen de estas cocinas.

El otro frente, a cargo de Eric van der Burg, diputado mayor de salud y deportes, quien además lanzó el programa, consiste en promover la actividad física. De hecho, la ciudad se convirtió en la primera patrocinadora de un torneo de básquet europeo que se desarrollará a mitad de año. “La única condición que le pusimos al organizador es que no podían haber bebidas como Monster (bebida energética) o tener co- patrocinadores como Burger King”, explicó der Burg a The Guardian.

Para cerrar el ciclo y uno de los puntos más importantes del programa, es asegurarse que los ciudadanos duerman bien. “Si no duermes bien, las hormonas se enloquecen y tendrás más hambre”, agregó a The Guardian Karen den Hertog, manager del programa. Por esto, también han organizado varias charlas con los padres para enfatizar en la importancia de que los niños duerman suficiente.

Comentarios