Ser un comando (o comportarse como uno) es malo para tú digestión y salud

Viernes, 05/05/2017
Descubren que el estrés del entrenamiento militar extendido altera el microbioma intestinal independientemente de la dieta.
Rodrigo Lara / Cluster Salud

Un grupo de 73 soldados del Ejército noruego participó en un ejercicio de entrenamiento de esquí de fondo de estilo militar. Durante cuatro días, el grupo esquivó aproximadamente 51 kilómetros mientras que llevaba los paquetes 45 kilogramos. Un grupo de investigadores recolectaron muestras de sangre y heces antes y después del ejercicio de entrenamiento. Los soldados tomaron pruebas de orina de 24 horas antes del ejercicio y al tercer día de la caminata, antes de lo cual bebieron una solución de agua mezclada con el edulcorante artificial sucralosa y manitol, un alcohol de azúcar. El cuerpo humano no rompe sucralosa durante la digestión, pero se deshace del edulcorante a través de la micción. Así, los niveles de sucralosa excretada se usan comúnmente como un marcador para la PI.

¿Los resultados? La microbiota y la composición de las sustancias producidas durante el metabolismo (metabolitos) en la sangre y las heces de los soldados cambiaron significativamente al final del período de entrenamiento agresivo. La excreción de sucralosa aumentó considerablemente, lo que reveló un aumento de la PI. Las concentraciones de varios compuestos que son productos del metabolismo bacteriano de los aminoácidos y la grasa disminuyeron en las heces, y los niveles de más de la mitad de los diferentes compuestos encontrados en la sangre de los voluntarios cambiaron durante la sesión de entrenamiento militar. Los cambios en la PI se asociaron con cambios en la inflamación, la composición de la microbiota intestinal antes del entrenamiento y los cambios en varios metabolitos posiblemente derivados de la microbiota, esto es, de las bacterias que viven en los intestinos.

En resumen: los períodos largos de estrés fisiológico pueden cambiar la composición de microorganismos que residen en los intestinos (microbiota intestinal), lo que podría aumentar los riesgos para la salud en los atletas de resistencia y el personal militar.

El estudio, publicado por adelantado en el American Journal of Physiology-Gastrointestinal and Liver Physiology, es el primero en estudiar la respuesta de la microbiota intestinal durante el entrenamiento militar.

La lógica detrás de esto es que los intestinos sanos son semi-permeables y actúan como una defensa tanto para dejar que los nutrientes en el torrente sanguíneo y mantener las bacterias y otras sustancias potencialmente nocivas. Pero, el estrés físico puede aumentar la permeabilidad intestinal (PI), lo cual permite que más materiales salgan de los intestinos y aumenta el riesgo de inflamación, enfermedad y síntomas como la diarrea.

"Estudios previos en humanos habían demostrado que los cambios drásticos en la dieta afectan la composición de la microbiota intestinal alterando la disponibilidad de sustratos metabólicos para los microbios intestinales. Nuestros resultados contrastan con estos informes en demostrar alteraciones en la composición microbiota que muy probablemente no fueron atribuibles únicamente a la dieta, y que fueron más pronunciadas de lo que comúnmente se informa en los estudios de dieta humana", escribieron los investigadores.

La microbiota intestinal parece ser un factor que influye en la respuesta del intestino al estrés físico. "Nuestros hallazgos sugieren que la microbiota intestinal puede ser un mediador de las respuestas de la permeabilidad intestinal (PI) al estrés fisiológico severo, y que dirigir la microbiota antes de la exposición al estrés puede ser una estrategia para mantener la PI", escribieron los investigadores.

Falta ahora investigar si estos cambios podrían influir, como se dice que ocurre con otras variaciones del microbioma intestinal, en aspectos cognitivos y mentales. Porque, para entrar en batalla es mejor que las bacterias del propio cuerpo sean aliadas y no enemigas.

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