Rastrean reaparición de la sífilis hasta una nueva cepa de grupo pandémico

Martes, 06/12/2016

La versión actual de la enfermedad, proveniente de un clúster bacteriano llamado SS14-Ω, surgió después de 1950 y es resistente a la azitromicina.

Universidad de Zurich. En las últimas décadas, una enfermedad infecciosa milenaria ha estado resurgiendo a nivel mundial: la sífilis. Utilizando técnicas que permiten analizar niveles bajos de ADN, un equipo de investigación internacional encabezado por la Universidad de Zurich, demostró que todas las cepas de sífilis de muestras de pacientes actuales comparten un antepasado común a partir del siglo XVIII. Además, su investigación revela que las cepas que predominan en las infecciones de hoy en día se originan de un clúster pandémico que surgió después de 1950, y que estas cepas comparten un rasgo preocupante: la resistencia a la segunda línea de defensa, el antibiótico azitromicina.

La sífilis ha plagado a la humanidad por más de 500 años. Después de que los primeros brotes reportados golpearon Europa en 1495, la enfermedad se extendió rápidamente a otros continentes y se expandió a una pandemia global. Cuando el tratamiento con el antibiótico penicilina se hizo disponible a mediados del siglo XX, las tasas de infección comenzaron a disminuir drásticamente. Sorprendentemente, sin embargo, la infección con la bacteria Treponema pallidum subsp. Pallidum (TPA) ha estado resurgiendo a nivel mundial en las últimas década.

Más de 10 millones de casos se reportan anualmente. Sin embargo, la razón para el resurgimiento de esta infección de transmisión sexual sigue siendo poco conocida.

Nuevas técnicas para analizar una vieja enfermedad

Según los autores del documento, se sabe poco sobre los patrones de diversidad genética en las infecciones actuales o los orígenes evolutivos de la enfermedad. Debido a que las muestras clínicas de pacientes con sífilis sólo contienen cantidades bajas de ADN treponémico y el patógeno es difícil de cultivar en el laboratorio, los investigadores de la Universidad de Zurich decidieron, en 2013, aplicar técnicas de captura de ADN y de secuenciación de todo el genoma, como los que ocupan sus colegas de la Universidad de Tübingen con muestras de ADN antiguo.

Así,  el equipo recolectó 70 muestras clínicas y de laboratorio de sífilis, pian (también llamada buba, guiñada, framboesia o frambesia, una forma de la infección tropical de la piel, los huesos y las articulaciones), e infecciones de 13 países de todo el mundo. Al igual que las bacterias de la sífilis, la subespecie estrechamente relacionada Treponema pallidum subsp. Pertenue (TPE) y Treponema pallidum subsp. Endemicum (TEN), que causan el pian y el bejel, se transmiten a través del contacto con la piel y muestran manifestaciones clínicas similares.

Mediante el uso de todo el genoma de datos, los investigadores fueron capaces de reconstruir un árbol filogenético mostrando una clara separación entre el linaje TPA y el de los TPE / TEN . "Ha habido muchas preguntas sobre el origen de la sífilis desde su aparición en el escenario mundial hace 500 años, combinando un enfoque evolutivo y un enfoque epidemiológico, pudimos descifrar la relación genética entre las cepas que infectan a los individuos de hoy y trazar la aparición de un grupo pandémico con alta frecuencia de resistencia a los antibióticos ", dice Homayoun C. Bagheri, ex profesor del Instituto UZH de Biología Evolutiva y Estudios Ambientales.

Las infecciones actuales de sífilis 

Los análisis genómicos muestran la aparición de un grupo pandémico llamado SS14-Ω, que está presente en infecciones contemporáneas en todo el mundo y que es distinto del grupo que comprende la bien estudiada cepa de referencia de Nichols. "Nuestros hallazgos destacan la necesidad de estudiar más ampliamente el tipo de cepa predominante en la epidemia contemporánea", afirma Natasha Arora, investigadora del Instituto de Medicina Forense de Zurich y primera autora del estudio publicado en Nature Microbiology.

Un hallazgo evolutivo de relevancia epidemiológica es que el grupo SS14-Ω se originó a partir de una cepa antepasada a mediados del siglo 20, después del descubrimiento de antibióticos. El aspecto preocupante de este grupo pandémico es su alta resistencia a la azitromicina, un fármaco de segunda línea que es ampliamente utilizado para tratar las infecciones de transmisión sexual. Natasha Arora añade: "La buena noticia es que, hasta ahora, no se han detectado cepas de Treponema resistentes a la penicilina, el antibiótico de primera línea para el tratamiento de la sífilis".

Philipp Bosshard, del Colegio Universitario de Zurich, continúa recolectando muestras de pacientes suizos para estudiar los aspectos clínicos del trabajo. Los investigadores están convencidos de que este tipo de análisis abrirá nuevas oportunidades para desarrollar una comprensión integral de la epidemiología de la sífilis, una enfermedad devastadora que persiste hasta nuestros días, a pesar de la disponibilidad de tratamiento.

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