En el primer semestre del año, la inversión se redujo registrando la cifra más baja desde 2008, cuando solo se destinaron US$ 84,8 millones.

El Economista.  Los recortes al gasto público que se han hecho desde el 2015 han afectado de manera significativa a los recursos que se destinan a la inversión física del sector salud, pues en el primer semestre del año ésta se redujo 28,3% respecto del año anterior, con lo que sólo se destinaron US$ 263,3 millones.

Este monto ha sido el más bajo desde el 2008, cuando sólo se destinaron US$ 84,8 millones; además, en lo que va de la actual administración, al sector salud se le han recortado US$ 640 millones, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En el portal de Transparencia Presupuestaria se detalla que en el 2015, en salud se hizo un ajuste por US$ 179,6 millones; mientras que en el primer recorte anunciado en el 2016 fue por US$ 110,9 millones y en el segundo recorte de este año se le quitaron recursos por US$ 349,7 millones.

Leticia Armenta, economista del Tecnológico de Monterrey, comentó que al reducir la inversión física en salud, se afecta en la compra de nuevo equipamiento en los hospitales, así como el mantenimiento y la calidad de los servicios que se otorgan en cada especialidad clínica.

“De por sí, las instituciones públicas de salud ya están saturadas, el hecho de disminuir la inversión reduce la capacidad de atención por falta de infraestructura y se genera una pérdida por la calidad del servicio. Hay mucha deficiencia en los servicios de salud, es notable en cualquier clínica del IMSS o el ISSSTE”.

Mencionó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), todos los servicios proporcionados por el gobierno habían disminuido en calidad desde la opinión de la ciudadanía.

En el caso del IMSS, indicó que en el 2015, 38,8% de la población usuaria de dicho servicio estaba satisfecho con el servicio que se le otorgó, lo cual representó una disminución, pues en el 2013 representaba 52,7%.

Con respecto a si tuvieron una atención inmediata, en el 2013, 55,8% dijo estar conforme, pero para el 2015 este porcentaje se redujo en 43,3%. En las instalaciones, 65,6% estuvo satisfecho, mientras que para el 2015 se redujo a 60,4%.

México, de los que menos gastan

Desde el 2008 al 2015, el gasto público en salud ha representado 3% del Producto Interno Bruto (PIB), según datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), lo cual se encuentra por debajo del promedio de lo que invierten los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con 6,7% del PIB.

Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Presupuestaria Económica (CIEP), indicó que en este año el gasto en salud se redujo y representó 2,7% del PIB, lo que implica un problema grave para el país ante el crecimiento demográfico y de las enfermedades crónico-degenerativas.

“El que se reduzca el gasto es muy peligroso para el país, generas una bomba de tiempo, porque en el momento en que se requiera de esta infraestructura, no se va a tener el dinero de la noche a la mañana (...) Hay que mencionar el gasto desigual, donde entre 20 y 30% de la población no participa en ningún sistema de salud público”.

Advirtió que si no se prepara un gasto público para este tipo de problemas, la factura será muy severa para el país, pues un menor gasto en salud influirá en una menor atención de personas con las enfermedades más recurrentes como diabetes, hipertensión y depresión.

El reporte del CIEP enfatiza: “Alrededor de 9,1% de la población adulta está diagnosticada con diabetes, y de ese total, 85,5% recibe tratamiento por medio de alguna institución de salud como IMSS, ISSSTE o Seguro Popular. Al disminuir 1,2% en salud, solamente se atendería a 65% de los diabéticos, en vez de 85,5%”.

Pensiones absorbe gasto

Armenta comentó que otro problema que afecta para incrementar o mejorar la inversión física en las instituciones públicas como el 
IMSS o ISSSTE es que gran parte de su presupuesto se destina al pago de pensiones y jubilaciones.

“Mientras no se incrementen las aportaciones de 6,5%, no se podrá mejorar la inversión en la infraestructura en las instituciones de salud pública, se destinan más recursos al pago de pensiones que a la inversión física del país”.

De acuerdo con un reporte de la ASF, sobre las implicaciones del Paquete Económico del 2016, indica que mientras el presupuesto a salud representó 2,71% del PIB, el de pensiones fue por 2,96%. Además, cada año, del presupuesto del IMSS o ISSSTE, alrededor de 50% de va a pensiones.

Al respecto, Villarreal comentó que el gobierno federal tiene el enorme reto de crear un sistema de salud incluyente, donde no haya subsistemas dentro del sistema.

Explicó que en el caso de Pemex, se tiene un sistema de salud muy oneroso para el erario público, cuesta el doble por persona que en el IMSS o el mismo ISSSTE.

“Entonces, vemos que hay 
inequidad en los servicios de salud, hay grandes diferencias entre los servicios del sector público (ISSSTE) y los del IMSS (...) Urge una reforma donde los mexicanos tengan derecho a la salud y que pueda solventarse con costos homologados para todos”.