Casi 80% de los países desarrollados sufre de “obesidad oculta”

Lunes, 31/07/2017
Un estudio sugiere que es más efectivo descubrir si una persona tiene problemas de salud por medio del exceso de grasa que teniendo el peso como referencia.
El Espectador

En promedio, la proporción de adultos y niños con exceso de grasa (obesidad oculta) en los países desarrollados es extremadamente alta y mayor que la de los individuos con sobrepeso y obesos, al menos así lo expone un artículo publicado recientemente en la revista Frontiers in Public Health. Los investigadores detrás de este estudio explican que entre el 62 y el 76% de la población mundial han alcanzado niveles de grasa corporal que pueden perjudicar la salud.

Esta obesidad oculta que se le identifica bajo el término sobre- grasa, el cual significa exceso de grasa corporal, puede perjudicar incluso a aquellas personas de peso normal (no obesas), pues se estima que hasta el 90% de los hombres adultos, el 80% de las mujeres y el 50% de los niños tienen un porcentaje de grasa problemático para la salud.

De hecho, los expertos explican que el exceso de grasa tiene consecuencias más agresivas en el organismo, como vínculos directos con la resistencia a la insulina y la inflamación crónica; la hipertensión, enfermedad coronaria, apoplejía, cáncer, diabetes tipo 2, enfermedad de la vesícula biliar y osteoartritis, entre otras.

El problema principal es que la forma habitual de medir si un individuo tiene un peso saludable es bajo el índice de masa corporal, que tiene en cuenta la estatura y el peso de una persona.  Los investigadores de este trabajo, liderados por Paul B. Laursen de la Universidad Politécnica de Auckland, explican que esta fórmula no siempre ayuda a predecir si una persona va a tener problemas de salud asociados con esta enfermedad, por eso la manera más óptima de hacerlo sería por medio del exceso de grasa.

“Diversos estudios han observado que muchos individuos que se consideran delgados o con un ligero sobrepeso, pero que tienen un porcentaje de grasa elevado, tienen niveles de presión arterial, insulina o inflamación propios alguien con obesidad”, afirman los expertos.

No obstante, medir con precisión los niveles de grasa corporal requeriría métodos tecnológicamente más complejos como la absorciometría -técnica que se utiliza para medir la densidad mineral ósea, principalmente en la columna lumbar, fémur proximal y cuerpo completo- con rayos X de doble energía, lo que impondría una carga sustancial a los recursos económicos de los países que deseen implementarlo, lo que genera otro desafío en la salud pública mundial.

El estudio presenta que en 2011 la OMS estimó que la carga económica de enfermedades evitables y no contagiosas, como la obesidad, la diabetes y las cardiovasculares, crearán una pérdida acumulada de producción de US$ 47 billones durante las próximas dos décadas, partiendo de que en 2010 esto representó el 75% del PIB mundial (US$ 63 billones), suficiente capital para levantar a los 2.500 millones de personas que actualmente están por debajo de la línea de pobreza.

Si bien es difícil determinar la carga absoluta de la pandemia de grasa excesiva, “es vital poner en práctica estrategias de tratamiento y prevención de éxito, ya que es un fuerte factor causal en el desarrollo de una parte significativa de la enfermedad crónica y la reducción de la calidad de vida”, concluyeron estos científicos de la Universidad Politécnica de Auckland.

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