Resistencia bacterial: ¿El fin de los antibióticos?
Investigadores descubrieron un tipo de microorganismos que comparten un gen que las hace resilientes a la colistina, considerada el 'último recurso' entre estos fármacos.
La preocupación se extiende en la comunidad científica y médica tras el reciente descubrimiento de un gen que confiere a las bacterias resistencia a la colistina, un compuesto considerado el 'último recurso' de los antibióticos. Los reportes se originaron en China, pero han sido corroborados por estudios en Dinamarca, Holanda, Francia y Tailandia.
La colistina, desarrollada durante los años 50, es de uso restringido. Los doctores evitan utilizarla cada vez que sea posible, debido a que causa daños en los riñones. En casos en que no existan otras opciones frente a los avances de las bacterias, este fármaco era uno de muy pocos que no había generado una resistencia. Hasta ahora.
No obstante, un informe de la revista científica Nature asegura que la situación no es tan catastrófica como puede sonar. Según la publicación, mutaciones bacterianas con resistencia a este compuesto se habían reportado con anterioridad, especialmente en el gigante asiático, donde se utiliza para evitar las enfermedades de animales para la producción agrícola.
Adicionalmente, la costilina no es el único compuesto que se ha considerado el 'último recurso'. Los carbapenemas lo fueron, hasta que las bacterias se volvieron resistentes a ellos. No obstante, otros bastiones se mantienen en pie: la tigeciclina es uno de los de menos uso. Expertos también hablan de la mezcla de fármacos.
La publicación manifiesta que es sólo cuestión de tiempo hasta que las infecciones de riñones no sean tratables a través de los antibióticos conocidos hoy. La mayor parte de las nuevas drogas aprobadas o en trámite son similares a las existentes. La clase más novedosa de antibióticos se identificó en 1980.
"Crear nuevos antibióticos es excitante, pero es una pérdida di tiempo si no pensamos en cómo usar mejor las drogas que tenemos", dijo a Nature el infectólogo de la Universidad de Minnesota James Johnson.
Para evitar el sobre uso de los fármacos disponibles hoy, los gobiernos están tomando medidas. Hace diez años, la Unión Europea prohibió el uso de estos compuestos para la engorda de animales, mientras en otros países, como Estados Unidos, hay regulaciones en trámite. Sin embargo, el artículo de la revista científica concluye que se requiere cooperación internacional para evitar el sobre uso de antibióticos.
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