El voltaje detrás de las buenas ideas
El uso de la tDCS (Estimulación Transcraneal con Corriente Directa) mejora la capacidad de razonamiento analógico. La potencia creativa sería, entonces, una situación dinámica y no estática.
Cluster Salud. Pocas imágenes de los cómics o historietas se han vuelto tan universales en su compresión: una ampolleta o lamparita encendida sobre una cabeza implica una idea, una solución, una salida, “a stroke of genius” (si el pelo está desordenado y su dueño se llama Albert Eienstein). Pues bien, la luz artificial supone electricidad, de manera que si le metemos electricidad al cerebro ¿lo volvemos más creativo? Parece una idea de una viñeta humorística nada original, sin embargo… es cierta.
O, al menos eso es lo que afirman Adam Green, profesor de psicología de Georgetown y el Dr. Peter Turkeltaub del Georgetown University Medical Center (GUMC) y la Red Nacional de Rehabilitación MedStar. Según ellos, niveles seguros de estimulación eléctrica pueden mejorar la capacidad de pensar de manera más creativa.
Para demostrarlo, el equipo utilizó Estimulación Transcraneal con Corriente Directa (tDCS por sus siglas en inglés) para estimular un área del cerebro conocida por estar asociada con la creatividad en combinación con hacer pasar a los sujetos estimulados test verbales que los obligaban a pensar de manera más creativa.
“Encontramos que los individuos que eran más capaces de dar inicio a las actividades en una región en la parte delantera lejos del cerebro, llamada corteza frontopolar, fueron los más capaces de impulsar la creatividad de las conexiones que se formaron”, explica Green. “Dado que el aumento gradual de la actividad en la corteza frontopolar parece apoyar un impulso natural en el pensamiento creativo, predijimos que la estimulación de la actividad de esta región del cerebro podría facilitar este impulso, permitiendo a la gente alcanzar altos niveles de creatividad”.
El uso de tDCS dirigidos corteza frontopolar en dos tareas creativas permitió a los sujetos de prueba formar conexiones analógicas más creativas entre dos conjuntos de palabras, y generar asociaciones más creativas entre las palabras mismas.
“Este trabajo es una desviación de la investigación tradicional que trata a la creatividad como un rasgo estático”, dice Green. “En lugar de ello, nos hemos centrado en la creatividad como un estado dinámico que puede cambiar de forma rápida dentro de un individuo cuando se 'ponen su sombrero para pensar'”.
Para él, “los resultados de este estudio ofrecen la nueva evidencia de que las personas que dan un
“zap” de estimulación eléctrica puede mejorar el impulso natural del pensamiento creativo en el cerebro”, añade.
Los investigadores escribieron que sus resultados proporcionan una “nueva evidencia” de que tDCS mejora el “aumento de la creatividad provocada por la intervención cognitiva, y amplía los límites conocidos de mejora vía tDCS al razonamiento analógico, una forma de inteligencia creativa que es un potente motor para la innovación”.
Turkletaub, neurólogo cognitivo GUMC, espera que un día los médicos pueden ser capaces de mejorar el razonamiento analógico creativo utilizando tanto pistas estimulantes y tDCS para ayudar a las personas con trastornos cerebrales.
“Las personas con dificultades en el habla y el lenguaje a menudo no pueden encontrar o producir las palabras que necesitan”, explica. "La mejora de su razonamiento analógico creativa podría permitirles encontrar formas alternativas de expresar sus ideas con otras palabras, gestos u otros enfoques para transmitir un significado similar”.
Green y Turkeltaub dicen que aunque sus resultados son prometedores “es importante tener cuidado con las aplicaciones de tDCS”. Queda mucho sin conocer sobre la manera exactaen que usando tDCS se afecta la función cerebral, y los primeros informes de los efectos tDCS requieren un mayor replicación antes de los investigadores puedan medir con más detalle cuan sustantivos son estos efectos.
Por lo anterior, “cualquier intento de utilizar la corriente eléctrica para estimular el cerebro fuera del laboratorio o clínica podría ser peligroso y debe desalentarse”, concluye Green. No hay que olvidar que las terapias de schock eléctrico no produjeron ningún genio.
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