Avance: Bajar el colesterol LDL y la presión sistólica elimina casi el 90% del riesgo cardiovascular
Así lo afirma el resultado del seguimiento de casi 103.000 personas, analizando sus factores de riesgo genéticos y cardiovasculares.
European Society of Cardiology/Cluster Salud. La combinación a largo plazo de una modesta reducción del colesterol LDL (LDL-C, o colesterol “malo”) y de la presión arterial sistólica (PAS), tiene el potencial de “reducir drásticamente” el riesgo a lo largo de toda la vida de una persona de padecer enfermedades cardiovasculares. Así lo afirma un trabajo presentado hoy en el Congreso de la European Society of Cardiology o ESC 2016, que se lleva a cabo en la ciudad de Roma, en Italia.
Aunque parezcan una obviedad, no los son en absoluto, porque “demuestran, por primera vez, que el colesterol LDL y PAS (Presión Arterial Sistólica, BPS por sus siglas en inglés) tienen efectos causales independientes, multiplicativos y acumulativos sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular”, dijo al respecto el investigador principal del estudio, Brian Ference, de la Escuela de Medicina de la Universidad Estatal Wayne, en Detroit, Michigan.
Las implicancias para la salud pública son grandes: “Esto sugiere que una simple estrategia que fomenta buscar a largo plazo la reducción combinada de ambos factores, de un mmol /L en el colesterol LDL y de 10 de mmHg de la presión sistólica, tiene el potencial de eliminar en gran medida el riesgo de por vida de la edad cardiovascular, con una reducción de hasta el 90%” en los eventos, explicó el también director del Cardiovascular Genomic Research Center, en el citado centro de estudios.
El estudio utilizó datos de los factores de riesgo genéticos y cardiovasculares de 102.773 individuos que habían participado en 14 estudios de cohortes o de casos y controles prospectivos.
Los investigadores calcularon las puntuaciones genéticos para cada paciente en función de los polimorfismos heredados conocidos asociados al LDL-C o PAS y el número de alelos asociados con los niveles de LDL-C o PAS.
En la práctica, los participantes fueron divididos en cuatro grupos: el grupo de referencia, un grupo con una puntuación genética LDL-C por debajo de la mediana (lo que resulta en niveles bajos de LDL-C), un grupo con un marcador genético PAS por debajo de la mediana (lo que resulta en una menor presión sistólica), y un grupo con puntuaciones genéticas LDL-C y PAS debajo de la mediana (que resulta en tanto disminuir el colesterol LDL-C y la presión arterial sistólica).
Luego, los investigadores analizaron el riesgo cardiovascular asociado a las diferentes puntuaciones genéticas, siendo el resultado primario una combinación de la primera aparición de muerte coronaria, infarto de miocardio no fatal (IM), accidente cerebrovascular no fatal o revascularización coronaria.
Hubo 14.368 eventos de estos “resultados primarios” entre los sujetos.
En comparación con el grupo de referencia, los sujetos en el grupo de colesterol LDL bajo tuvieron un 54,2% menos de riesgo del resultado primario (OR 0,458), los del grupo de PAS (presión sistólica) más baja tuvieron un riesgo 44,7% inferior (OR 0,553), y los del combinado LDL-C bajo y PAS (presión sistólica) tuvieron un riesgo 86,1% inferior (OR 0,139).
Así, “los resultados de nuestro estudio confirman que la enfermedad cardiovascular es en gran medida prevenible y sugieren que esta prevención se puede simplificar considerablemente, centrándose en los programas que promueven, a largo plazo, a la combinación tanto de un LDL más bajo, como de una presión sistólica menor”, concluyó el Dr. Ference, quien añadió que “se necesitan más estudios para identificar a las personas que podrían beneficiarse más de este tipo de intervención temprana”.
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