Avanza el desarrollo de prótesis en 3D debido a su menor costo
Esta técnica de impresión se sigue mostrando como una solución perfecta para sustituir a otras más costosas y complicadas de conseguir. Es así como en Estados Unidos, una niña logró acceder a un nuevo brazo.
Antonio Sabán, Think Big. No todo el mundo tiene la suerte de nacer con un cuerpo totalmente formado. De hecho, se producen tantos cambios durante la etapa de crecimiento que, lo normal es que todos tengamos pequeñas deformaciones, manchas de nacimiento, etc. El problema es cuando una persona carece de una extremidad. Salvo prótesis, y quien sabe en el futuro, si implantes conectados al sistema nervioso y al cerebro, no hay manera de superar algo así, y estas son caras. La impresión 3D puede ser la clave de nuevo.
Katelyn Vincik es una niña que nació sin el brazo izquierdo, y gracias a la biblioteca pública del Condado de Harris en Texas, ha hecho realidad su sueño de recuperarlo. Durante mucho tiempo estuvo preguntando a su madre sobre la fecha en que los médicos podrían ofrecerle una solución, y esta, con ánimo de obtenerla, estuvo informándose por Internet. Rápidamente se dirigió a la biblioteca cuando supo que allí contaban con maquinaria para realizar impresión 3D.
Aunque en la biblioteca admitieron no haber tratado antes con prótesis impresas en 3D, la familia tenía tanta ilusión que no pudieron negarse. El responsable de la impresora y un equipo de voluntarios buscaron ayuda en Internet y consiguieron que una comunidad llamada e-NABLE generase un modelo tras recibir las medidas del brazo de Katelyn.
El resultado fue una prótesis impresa en morado y rosa para agradar a la niña que no sólo cumple una función estética, sino que, dependiendo de los movimientos del brazo, a los que está agarrada con velcro, sirve para coger objetos. Así, cuando dobla el brazo, los dedos se cierran y, cuando estira el brazo, los dedos se abren.
Aunque la prótesis no está homologada por la Administración de Alimentos y Medicamentos americana, se han asegurado de que el material de la composición, ácido poliáctico, es un plástico no tóxico, y no produce ninguna alergia en Katelyn.
A diferencia de los modelos homologados especializados, esta solución impresa en 3D es muy barata, algo que en países que no cuenten con un sistema sanitario que provea de equipamiento puede ser crucial para mejorar la calidad de vida. Por otra parte, conseguir una prótesis de este tipo puede llevar un tiempo prolongado, mientras que con impresión 3D sólo hace falta contar con un buen modelo (y una impresora, claro).
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