Philip Morris International: “Vemos un futuro en que la empresa ya no venderá cigarrillos”

Miércoles, 30/11/2016

La tabacalera apuesta a productos como IQOS, que produce menos del 10% de la cantidad de sustancias químicas nocivas encontradas en el humo producido por la quema del tabaco.

Reuters Health / Clúster Salud. A medida que la evidencia médica sobre las enfermedades que produce el uso del tabaco se hacen más detalladas, y que aumentan las limitaciones a su consumo y promoción, las tabacaleras se enfrentan a mayores gastos y dificultades. ¿Se convertirá fumar en un “producto de nicho”? No lo sabemos, pero algunas compañías parecen considerar ese escenario.

En esas lógica debe observarse el que Philip Morris International, la compañía tabacalera internacional más grande del mundo, la cual dijo, hoy miércoles, que podría acabar con las ventas de cigarrillos, en el marco de una estrategia que incluye el haber lanzado un producto alternativo en Gran Bretaña.

Justamente, subrayando las presiones regulatorias que enfrenta la industria tabacalera, un tribunal británico también rechazó hoy un recurso contra las nuevas normas que prohíben el uso de marketing como los logotipos o los colores en los paquetes de cigarrillos.

La victoria del gobierno británico, en este punto, podría estimular a otros países a seguir su ejemplo, destacando la necesidad de que las compañías tabacaleras desarrollen alternativas a los cigarrillos para responder a los problemas de salud que están llevando a más personas a dejar el hábito mortal.

Ejecutivos de Philip Morris, que vende la marca Marlboro en todas partes excepto Estados Unidos, dijeron que su objetivo final era eliminar los cigarrillos.

“Ciertamente vemos un futuro en el que Philip Morris ya no venderá cigarrillos en el mercado”, dijo Martin Inkster, director gerente de Philip Morris UK e Irlanda.

Agregó  que eso llevaría muchos años y requeriría la ayuda de gobiernos y reguladores.

Mientras, como resultado de una década de investigación y de US$ 3.000 millones de inversión, la compañía dijo que su nuevo producto IQOS es un paso hacia un futuro sin humo.

El dispositivo, ya en venta en más de una docena de mercados, incluyendo Japón, Suiza e Italia, calienta el tabaco lo suficiente como para producir un vapor sin quemarlo. La compañía dice que el vapor tiene menos del 10% de la cantidad de sustancias químicas nocivas encontradas en el humo del cigarrillo.

La empresa espera tener su IQOS en 20 mercados a finales de este año, y hasta 35 para finales de 2017. Japan Tobacco International y British American Tobacco tienen sus propios productos alternativos basados en el tabaco y están presionando duro para ponerse al día.

Respecto de sus productos de tabaco de "heat not burn", Philip Morris dice que los usuarios deberían tener una sensación más auténtica y atraer a los fumadores que encuentran difícil adherirse a los cigarrillos electrónicos.

Ocho veces más peligro

El consumo de tabaco recibió, un día antes de este anuncio, un nuevo golpe, cuando un grupo de investigadores del South Yorkshire Cardiothoracic Center, en el Hospital General del Norte en Sheffield, Reino Unido,  reveló que -para los adultos jóvenes que fuman- el riesgo de un ataque cardíaco mayor es ocho veces más alto que para sus compañeros que nunca fumaron o que lo abandonaron.

Los adultos mayores que fuman, se indicó, también son más propensos que los no fumadores de su edad a terminar con ataques al corazón.

No es que, de pronto se descubra que el tabaco también afecta al corazón, sino que éste ha sido un “punto ciego” durante décadas por parte de los fumadores.

Una gran cantidad de personas subestiman los riesgos para la salud que vienen con el tabaquismo, dijo el autor principal Ever Grech. “Muchos pacientes parecen conscientes de que hay algunos riesgos de un ataque al corazón con el tabaquismo, pero estaban 'felizmente' inconscientes de que los riesgos eran algo más que un poco más alto de lo habitual”, dijo el científico.

Aplicando los resultados de la investigación a la población de South Yorkshire, los investigadores calcularon que en un grupo de 100.000 personas, 60 fumadores menores de 50 años tendría un ataque al corazón cada año, en comparación con un total combinado de 7 no fumadores y ex fumadores en ese grupo de edad.

La diferencia es igual a un aumento de ocho veces en el riesgo para los fumadores jóvenes, en comparación con los no fumadores.

 

 

 

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