Día Internacional de la Salud: Ocupación y salud

Salud no es sólo ausencia de enfermedad. La comprensión del estado de salud ha evolucionado en el tiempo, desde una concepción causa-efecto hacia el estudio y consideración de que es un resultado de la organización social.

La Organización Mundial de la Salud define el concepto como una situación de bienestar biopsicosocial que nos permite una calidad de vida satisfactoria. Dentro de esta perspectiva, hay diversos factores que influyen en la situación de salud de las personas, uno de ellos es la ocupación. Estudios sobre biología de la ocupación indican que realizar ocupaciones significativas disminuye el estrés, aumenta las endorfinas, regula la actividad cerebral, mejora la autoestima y facilita la integración social entre otros muchos beneficios. Las ocupaciones significativas, que proveen mejores estados de salud, no son cualquier actividad, son actividades que dan identidad, nos representan ante nosotros mismos y los demás, las realizamos consciente y libremente.

Los cambios sociales que estamos viviendo, acompañados de mucha tecnología para facilitar la vida, también traen aparejado otros factores que finalmente inciden en menos oportunidades y tiempo para realizar ocupaciones significativas.

El concepto de Desequilibrio Ocupacional, acuñado por terapeutas ocupacionales, es un mal actual y se refiere a que la distribución del tiempo considera poca variedad de actividades y ocupaciones significativas; los extensos horarios laborales, las largas jornadas escolares, las horas destinadas a traslados, hacen que se pierdan hábitos saludables como almorzar en casa, cocinar, hacer ejercicio, pasear, tener hobbies, compartir con amigos y hacer ocio. Esta deprivación ocupacional tiene efectos en la salud y calidad de vida.

El día Internacional de la Salud es una oportunidad para reflexionar sobre la propia salud y la de nuestros seres queridos, para replantear cómo estamos activa o pasivamente actuando para tener el estado de salud que deseamos.