Analizar las alteraciones en las señales neuronales mejora el diagnóstico de la epilepsia
La epilepsia es una enfermedad neurológica crónica con gran repercusión social y económica, caracterizada por la presencia de episodios recurrentes denominados crisis epilépticas. Unos 50 millones de personas la padecen en el mundo, convirtiéndola en la causa más común de muerte por enfermedad neurológica.
Unos 50 millones de personas padecen epilepsia en el mundo, convirtiéndola en la causa más común de muerte por enfermedad neurológica
La epilepsia por pérdida de fijación es una de las variantes menos comunes de esta patología y los pacientes presentan alteraciones en la curva del encefalograma (EEG) no solo cuando sufren una crisis, sino también cuando pierden el punto de fijación, por ejemplo, al cerrar los ojos.
Identificar las áreas cerebrales relacionadas con esta patología, localizando las redes cerebrales implicadas en las alteraciones de los patrones de EEG presentes en estos pacientes, es el objetivo de una investigación en la que han participado expertos del Centro de Tecnología Biomédica (CTB) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
“Un conocimiento más profundo de la etiología de este síndrome puede facilitar el diagnóstico, el pronóstico y también ser de gran utilidad para guiar la terapia en estos pacientes”, explica Ana Beatriz Solana, del CTB-UPM.
“La mayoría de los pacientes que sufren este tipo de síndrome epiléptico, tienen alteraciones en la actividad cerebral al cerrar los ojos y suelen presentar crisis de ausencia”, apunta la investigadora.
El trabajo comparó el registro simultáneo de EEG y resonancia magnética funcional (RMf) de dos pacientes afectados por esta variante de la enfermedad. “Descubrimos que los dos pacientes presentaban diferentes patrones de EEG y RMf, pese a sufrir el mismo síndrome”, asegura Ana Beatriz Solana.
El paciente 1 presentaba anormalidades en el EEG únicamente en la banda beta baja. Estas anomalías se relacionan con la red frontotemporal que contiene áreas de la atención. El paciente 2, en cambio, presentaba alteraciones en todos los ritmos EEG (alpha, beta y delta) y esas alteraciones producían hipersincronización en múltiples redes neuronales. Esta hipersincronización podría explicar la aparición de ausencia en el paciente 2 mientras que el paciente 1 solo presentaba pérdida parcial de conciencia.
Optimizar el pronóstico de la enfermedad
Los resultados, publicados recientemente en la revista Brain Imaging Behaviour, demostraron que el uso de esta metodología de análisis de señales e imágenes permite el diagnóstico diferencial de los pacientes.
Esta metodología de análisis de señales e imágenes permite el diagnóstico diferencial de los pacientes
“El conocimiento de las áreas cerebrales afectadas por el síndrome en cada paciente podría además guiar la aplicación de nuevas técnicas de estimulación cerebral como terapia. Además, sugieren que el uso de esta metodología de análisis puede prever el pronóstico de otros pacientes que sufran del mismo síndrome”, añade la investigadora.
El trabajo confirma el valor del estudio de la RMf y el EEG como elemento distintivo en el diseño y tratamiento de los diferentes tipos de epilepsia y de otras patologías neurológicas.
“Además, la metodología empleada puede aplicarse a cualquier enfermedad en la que se conozca un patrón de EEG conocido como relevante y distintivo. Por ejemplo, punta-onda 3 Herzios en ausencias, microestados en alzhéimer, espigas en sueño… Todo ello redundará en la mejora de los tratamientos y de la calidad de vida de los pacientes con este tipo de síndromes”, asegura.
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