Estudio de ancianos estadounidenses fortalece vínculo entre la contaminación del aire y la muerte prematura
Un nuevo estudio de 60 millones de estadounidenses -cerca del 97% de las personas de 65 años o más en los Estados Unidos- muestra que la exposición a largo plazo a las partículas finas en suspensión (MP 2,5) y al ozono aumentan el riesgo de muerte prematura, incluso cuando la exposición se encuentra en niveles por debajo de los Estándares Nacionales de Calidad del Aire Ambiental (NAAQS por sus siglas en inglés) establecidos actualmente por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.
Los investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard descubrieron que los grupos de mayor riesgo son hombres, afroamericanos y las poblaciones de bajos ingresos, con mayor exposición al MP 2,5 (Material Particulado) en comparación con el promedio nacional y, en particular, los afroamericanos quienes están bajo un riesgo de mortalidad tres veces más alto que el promedio nacional.
Los resultados mostraron que si el nivel de MP 2,5 se pudiera reducir sólo a 1 microgramo por metro cúbico (ug/m3) a nivel nacional, se podrían ahorrar alrededor de 12.000 vidas cada año. Del mismo modo, si el nivel de ozono se pudiera reducir en apenas 1 parte por billón (ppb) a nivel nacional, se ahorrarían alrededor de 1.900 vidas cada año.
El estudio se publicará en la edición del 29 de junio de 2017 del New England Journal of Medicine.
"Este es un estudio de poder estadístico sin precedentes debido al tamaño masivo de la población de estudio. Estos hallazgos sugieren que la reducción de NAAQS para partículas finas producirá importantes beneficios para la salud pública, especialmente entre las minorías raciales autoidentificadas y las personas con bajos ingresos", dijo Francesca Dominici, investigadora principal de este estudio y profesora de bioestadística de la Escuela Chan de Harvard y codirectora de la Harvard Data Science Initiative.
Los investigadores examinaron los registros de reclamaciones de Medicare de 60 millones de estadounidenses de 65 años en un período de siete años, lo que representa 460 millones de personas-año de seguimiento. También estimaron los niveles de contaminación del aire en cada cuadrícula de 1 kilómetro para todo el territorio de los Estados Unidos, sobre los cuales los datos de las reclamaciones podrían ser superpuestos e interpretados.
Para ello, los investigadores de Harvard Chan aprovecharon los resultados de un modelo de predicción de la exposición desarrollado por el estudiante de doctorado Qian Di y Joel Schwartz, profesor de epidemiología ambiental y autor principal del estudio. El modelo de predicción de la exposición aprovecha las mediciones basadas en satélites y una simulación por computadora de la contaminación del aire.
Al confiar en este modelo de predicción bien validado, el equipo pudo incluir a sujetos que viven en áreas no controladas y con menos población para que los efectos de la contaminación del aire en los 60 millones de personas pudieran ser analizados independientemente de si vivían en zonas urbanas o suburbanas, o áreas rurales.
"Este estudio muestra que aunque pensamos que la calidad del aire en los Estados Unidos es lo suficientemente buena como para proteger a nuestros ciudadanos, de hecho necesitamos reducir aún más los niveles de contaminación", dijo Schwartz.
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