Uruguay: El cáncer es la enfermedad más temida, pero no la más mortal

La enfermedad más temida por los uruguayos es el cáncer. Si bien esta afección no es la que más muertes se cobra al año –lideran las patologías cardiovasculares-, la percepción de las personas en Uruguay es que el cáncer sí es la más mortífera. De acuerdo con una encuesta encargada este año por el laboratorio Roche a la consultora Opción, el 68% de los que participaron consideraron que esta enfermedad es la más grave en el país.

Si bien el número no resulta demasiado alentador, el director del Instituto Nacional del Cáncer (INCA), Álvaro Luongo, dijo a El Observador que su experiencia clínica le indica que la percepción en el pasado era incluso peor. "Al consultorio siempre entraba primero un familiar, nunca el paciente. Hoy los pacientes exigen más información sobre lo que tienen", afirmó.

El especialista sostuvo que los avances en la medicina permitieron que las personas empezaran lentamente a dejar de asociar el cáncer con la muerte. La encuesta, no obstante, muestra que el 20% de los consultados respondió que esta patología genera miedo entre la población.

En ese sentido, Luongo consideró que en los últimos 10 años surgieron nuevos tratamientos contra el cáncer, pero afirmó que la percepción de las personas no acompaña el ritmo de la medicina. De hecho, el 40% de los encuestados afirmó que se avanzó poco o nada en la cura de esta patología.

El médico explicó que el recuerdo que tienen los uruguayos de la enfermedad es "del conocido que se murió". Esa imagen, señaló, se transformará con el tiempo y la población se acordará de casos exitosos.
Según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP), todos los años se diagnostican 15 mil nuevos pacientes con cáncer.

De ellos, unos 8.000 sobreviven. Las alternativas son dos: o se curan o logran cronificar la enfermedad, es decir, los tratamientos les permiten vivir tres o cuatro años más después del diagnóstico.

Estos números no resultan suficientes y la cartera de salud se trazó como objetivo reducir la tasa de mortalidad que produce esta patología antes de 2020. La meta es bajar 4% las muertes por cáncer, lo que significaría salvar 280 vidas más por año.

Tema tabú

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La encuesta muestra también que el 48% de los consultados respondió que el cáncer es un tema tabú. De acuerdo con su experiencia, Luongo afirmó que ahora se habla más de la enfermedad que antes, pero reconoció que todavía hay terreno para mejorar.

"Se avanzó, pero en muchos casos las personas siguen pensando en los vómitos de la quimioterapia o en la peluca. Hay que trabajar para desmitificar la enfermedad", agregó.

La falta de información sobre la patología también surgió en el estudio. El 39% de los consultados contestó que la población está medianamente informada sobre el cáncer, y 62% dijo desconocer las asociaciones de pacientes que nuclean a las personas que sufren la enfermedad. Luongo consideró que el conocimiento sobre el cáncer ayuda a que las personas tengan una actitud preventiva.

En ese sentido, afirmó que hay tres tipos que pueden diagnosticarse de forma temprana y eso favorece la curación. Encontrados a tiempo, el cáncer de mama, el de cuello de útero y el de colon, por ejemplo, no tienen por qué ser mortales.

La encuesta de Opción fue la primera que se realizó sobre la percepción del cáncer en el país. Si bien Uruguay es uno de los tres países del continente que tienen registro nacional de cáncer –junto con Costa Rica y Cuba–, no se sabía qué sensación generaba la enfermedad entre los uruguayos.

Miedo a los estudios

Por su parte, el profesor adjunto de la cátedra de Oncología clínica de la Facultad de Medicina, Luis Ubillos, dijo a El Observador que hay personas que no se realizan los estudios para encontrar la enfermedad porque les da miedo, pero destacó que la actitud tendría que ser la contraria.

En ese sentido, explicó que la patología tiene cuatro fases. Si el cáncer se diagnostica en las primeras dos, las personas tienen "altas chances" de sobrevivir. En la fase 3 las chances son menores y cuando hay metástasis, es decir, que la enfermedad se encuentra en la fase 4, actualmente no hay curas disponibles.

"Culturalmente el cáncer tiene muchas connotaciones negativas, pero hoy estamos detectando tumores bien tempranos y eso ayuda a sacar el tema del miedo", afirmó.

La mamografía, el papanicolau y la videcolonoscopía son los tres estudios que el médico recomendó para detectar tumores a tiempo.