Trabajar de noche podría llevarlo hacia algunas enfermedades

Martes, 22/05/2018
El cambio de horario alteraría más de 100 proteínas en la sangre que influyen en el nivel de azúcar en la sangre, metabolismo y la función inmunológica.
Xinhua

Una nueva investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences señala que permanecer despierto toda la noche y dormir durante todo el día durante apenas unos cuantos días puede afectar los niveles y los patrones diurnos de más de 100 proteínas en sangre.

Estas proteínas pueden influir sobre el azúcar en sangre, el metabolismo de la energía y la función inmunológica, señala el estudio.

"Esto nos indica que cuando experimentamos los efectos de los cambios de huso horario o de un par de noches en el turno nocturno en el trabajo, rápidamente alteramos nuestra fisiología normal de manera tal que, si lo sostenemos, podemos dañar nuestra salud", señaló el autor principal del documento, Kenneth Wright, director del Laboratorio del Sueño y Cronobiología de la Universidad de Colorado Boulder.

El estudio es el primero en examinar la manera en que los niveles de proteína en sangre en los seres humanos, también conocidos como proteoma plasmático, varían en un lapso de 24 horas y la manera en que un sueño alterado y el horario de las comidas los afectan.

El estudio también mencionó 30 proteínas que, independientemente del momento del sueño y de las comidas, varían dependiendo de la hora que es a nivel circadiano interno.

Los hallazgos podrían abrir las puertas al desarrollo de nuevos tratamientos para los trabajadores nocturnos, quienes constituyen cerca del 20 por ciento de la fuerza laboral global y corren más riesgo de presentar diabetes y cáncer, y también podrían permitir a los médicos programar de manera precisa la administración de fármacos, vacunas y pruebas diagnósticas alrededor del reloj circadiano.

"Si conocemos las proteínas que el reloj regula, podemos ajustar el momento de los tratamientos para concordar con esas proteínas", dijo otro de los autores del documento, Christopher Depner, investigador de postdoctorado del Departamento de Fisiología Integradora de la universidad.

Los investigadores reclutaron a seis hombres saludables en la segunda década de vida para que pasaran seis días sometidos al control de sus comidas, su sueño, su actividad y su exposición a la luz.

Los días uno y dos, los hombres se apegaron a un horario normal. Después, gradualmente pasaron a un patrón de trabajo de turno nocturno simulado en el que tenían  oportunidad de dormir ocho horas durante el día y permanecían despiertos toda la noche que era cuando comían.

Los investigadores les tomaron muestras de sangre cada cuatro horas y evaluaron los niveles de 1.129 proteínas con patrones diurnos. Encontraron 129 proteínas cuyos patrones fueron alterados por los turnos nocturnos simulados.

"Para el segundo día de alteración ya empezábamos a ver proteínas que normalmente alcanzan su punto máximo durante el día llegando a él durante la noche y viceversa", dijo Depner.

Una de esas proteínas fue el glucagón que hace que el hígado lleve más azúcar al torrente sanguíneo. Cuando los sujetos permanecían despiertos de noche, los niveles no sólo se elevaban de noche y no de día, sino que también alcanzaban su nivel máximo en niveles más altos.

En el largo plazo, este patrón podría explicar el motivo por el cual los trabajadores nocturnos tienden a tener índices de diabetes más altos, dijo Depner.

El turno nocturno simulado también redujo los niveles del factor de crecimiento para fibroblastos 19 que en modelos animales ha demostrado reforzar la quema de calorías o el gasto de energía. Esto coincidió con el hallazgo de que los sujetos quemaron 10% menos calorías por minuto cuando su horario era alterado.

Los investigadores señalaron que mantuvieron a todos los sujetos de estudio en condiciones de luz tenues para que la exposición a la luz, que también puede afectar mucho el sistema circadiano, no influyera sobre los resultados.

Incluso sin el brillo de los aparatos electrónicos en la noche, los cambios en los patrones de las proteínas fueron rápidos y generalizados.

"Esto indica que el problema no es sólo luz en la noche", dijo Wright. "Cuando la gente come en el momento equivocado o está despierta en el momento equivocado, esto también tiene consecuencias". 

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