La tragedia del cáncer en Bolivia
En las últimas semanas, el cotidiano drama de decenas de personas que padecen alguna forma de cáncer ha ocupado espacios privilegiados en las agendas noticiosas de los medios de comunicación, incluido este diario. No es para menos: el sistema público de salud, al menos en la sede de gobierno, llegó a colapsar agravando las penas de enfermos. El Gobierno acaba de hallar una solución parcial.
Fue el miércoles, luego de una manifestación que sirvió para que grupos opositores difundan imágenes que fueron interpretadas no solo como que el Gobierno no atiende a esta población golpeada por la temible enfermedad, sino que además manda a la Policía a reprimirla, que el Presidente del estado anunció que en La Paz comenzaría a brindarse radioterapia gratuita para enfermos con cáncer durante un año, mientras se construye un nuevo hospital oncológico.
Al día siguiente, el Ministro de Salud informó que esta medida sería replicada en otros departamentos del país, en un trabajo coordinado con los diferentes Servicios Departamentales de Salud (Sedes). La iniciativa, explicó, está orientada a favorecer en primer lugar a las personas más pobres.
Al respecto, la presidenta de la Asociación de Pacientes con Cáncer especificó que el 90% de los enfermos que asisten al Hospital de Clínicas de La Paz son “pobres” y vienen de zonas alejadas o del área rural, y no solo son del departamento de La Paz, sino de otras regiones del país donde no existen unidades de oncología. Agregó que la oferta del Gobierno se complementa con una ambulancia y que un equipo multidisciplinario con un especialista, una enfermera y una trabajadora social visitará a los pacientes en sus domicilios para determinar la gravedad del avance de la enfermedad y el nivel de necesidad de cada familia.
Según datos oficiales, en Bolivia hay cerca de 19.000 personas con cáncer, de las que más de 12.000 son mujeres y más de 6.000, hombres. En mujeres la mayor prevalencia es el cáncer de cuello uterino, seguido por el de mama, vesícula biliar y de estómago, en tanto que en hombres el más común es el de próstata, seguido por el de estómago y vesícula biliar.
Finalmente, un diputado opositor presentó un anteproyecto de ley que propone la creación de un fondo para beneficiar a las familias de escasos recursos con miembros que luchan contra el mal. El fondo se crearía con parte de la recaudación, 10%, del impuesto y alícuota al consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos, establecido en la Ley 066 sobre el Impuesto a los Consumos Específicos (ICE).
Sin duda no es fácil resolver la situación de miles de familias golpeadas por el cáncer, y mucho menos cuando el tema es tratado más con intención de influir en la sensibilidad de la opinión pública para obtener rédito político, pero es cierto que todo esfuerzo para que el Estado asuma su responsabilidad es poco. Ojalá estas medidas sean solo el inicio de una verdadera política pública al respecto.Fue el miércoles, luego de una manifestación que sirvió para que grupos opositores difundan imágenes que fueron interpretadas no solo como que el Gobierno no atiende a esta población golpeada por la temible enfermedad, sino que además manda a la Policía a reprimirla, que el Presidente del estado anunció que en La Paz comenzaría a brindarse radioterapia gratuita para enfermos con cáncer durante un año, mientras se construye un nuevo hospital oncológico.
Al día siguiente, el Ministro de Salud informó que esta medida sería replicada en otros departamentos del país, en un trabajo coordinado con los diferentes Servicios Departamentales de Salud (Sedes). La iniciativa, explicó, está orientada a favorecer en primer lugar a las personas más pobres.
Al respecto, la presidenta de la Asociación de Pacientes con Cáncer especificó que el 90% de los enfermos que asisten al Hospital de Clínicas de La Paz son “pobres” y vienen de zonas alejadas o del área rural, y no solo son del departamento de La Paz, sino de otras regiones del país donde no existen unidades de oncología. Agregó que la oferta del Gobierno se complementa con una ambulancia y que un equipo multidisciplinario con un especialista, una enfermera y una trabajadora social visitará a los pacientes en sus domicilios para determinar la gravedad del avance de la enfermedad y el nivel de necesidad de cada familia.
Según datos oficiales, en Bolivia hay cerca de 19.000 personas con cáncer, de las que más de 12.000 son mujeres y más de 6.000, hombres. En mujeres la mayor prevalencia es el cáncer de cuello uterino, seguido por el de mama, vesícula biliar y de estómago, en tanto que en hombres el más común es el de próstata, seguido por el de estómago y vesícula biliar.
Finalmente, un diputado opositor presentó un anteproyecto de ley que propone la creación de un fondo para beneficiar a las familias de escasos recursos con miembros que luchan contra el mal. El fondo se crearía con parte de la recaudación, 10%, del impuesto y alícuota al consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos, establecido en la Ley 066 sobre el Impuesto a los Consumos Específicos (ICE).
Sin duda no es fácil resolver la situación de miles de familias golpeadas por el cáncer, y mucho menos cuando el tema es tratado más con intención de influir en la sensibilidad de la opinión pública para obtener rédito político, pero es cierto que todo esfuerzo para que el Estado asuma su responsabilidad es poco. Ojalá estas medidas sean solo el inicio de una verdadera política pública al respecto.
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