El fin del cáncer de cuello uterino podría llegar en el 2100

Martes, 26/02/2019
Si se extienden los programas de vacunación, más de 13 millones de casos de este tipo de cáncer podrían prevenirse en los próximo 50 años.
El Espectador

Hace unas semanas la Organización Mundial de la Salud publicó una lista con los factores que, a sus ojos, eran las mayores amenazas de la salud pública. Además de VIH y del ébola, en ella incluyó una que, poco a poco, se convertido en un verdadero problema: los grupos antivacunas. Sus argumentos han hecho que, en ocasiones, se desplomen las tasas de vacunación, claves para disminuir mortales enfermedades como el cáncer de cuello uterino.

Justamente, si no fuese por la fuerza que han tomado estos grupos, el mundo podría cumplir con certeza una meta que esta semana trazó un artículo publicado en la prestigiosa revista The Lancet: eliminar esta enfermedad, causada por el virus el papiloma humano (VPH), en 2100.

De acuerdo con el artículo, si se ampliase la cobertura de vacunación, a finales de siglo el VPH podría dejar de considerarse una amenaza y ser una de las principales causas de muerte por cáncer en las mujeres. Por el contrario, advierte, si no sucede nada, en 2020 unas 600 mil mujeres podrían padecer cáncer de cérvix en 2020. En 2069, el panorama sería aterrador: 1,3 millones de mujeres tendrían la enfermedad.

Sin embargo, si los esfuerzos se multiplican, en los próximo 50 años se podrían prevenir cerca de 13,4 millones de casos en 181 países.

La conclusión a la que llegó el grupo de investigadores liderado por la doctora Kate Simms, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), es contundente: si se incrementan las tasas de vacunación, las naciones de ingresos medios tan solo tendrían 4,4 casos por cada 100 mil habitantes y los de bajos ingresos 14 por cada 100 mil habitantes.

“Australia está en vía de eliminar el cáncer cervical en 2035. Los países con ingresos muy altos, como Inglaterra, Finlandia, Estados Unidos y Canadá, podrían eliminarlo para 2055-59. Sin embargo, lo más importante es que lograr la eliminación en todos los países dependerá de mantener y mejorar, las tasas de participación en los programas existentes de vacunación contra el VPH y las iniciativas de detección cervical", dijo Karen Canfell, otra de las autoras, al periódico inglés The Guardian.

Pero aunque el panorama parece alentador y aunque la evidencia ha sido contundente en demostrar que la vacuna es eficaz y segura, en algunos lugares los mitos se han extendido a gran velocidad. El mejor ejemplo de ello es Colombia.

Luego de que un grupo de adolescentes en El Carmen de Bolívar se desmayaron y experimentaron síntomas como dolores de cabeza y debilitamiento después de una jornada de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), la vacuna quedó estigmatizada entre los colombianos. Las tasas de vacunación del programa gratuito ofrecido por el Gobierno cayeron 20 %.

En palabras de Canfell, como le dijo al periódico británico, “la hostilidad y el miedo pueden retrasar la implementación efectiva de las vacunas que salvan vidas. Debemos ser muy claros al respecto: millones de mujeres pueden evitar el innecesario sufrimiento, un sufrimiento terrible si las vacunas contra el VPH se pueden implementar de manera efectiva y ampliar a nivel mundial”.

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