El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es la mayor institución mexicana de acceso a la salud: según cifras oficiales atiende a 6 de cada 10 mexicanos. Y para aliviar las urgencias en salud de una institución que atiende a 80 millones de personas innovar es una necesidad vital.  Rafael Balcázar es Titular de la División de Gestión Tecnológica e Innovación del IMSS, participará en la conferencia Liderazgo para la Innovación en Salud el próximo 14 de noviembre en Ciudad de México y en esta entrevista comenta sobre los desafíos de coordinar la innovación entre varias hospitales sin que sucumban los proyectos.

- ¿Qué modelo de innovación en Salud tiene el IMSS?

Hace 6 años el modelo de innovación en el IMSS se concibió de manera lineal, secuencial, derivando de investigaciones científicas que se convierten en investigación aplicada hasta llegar a un producto. En dicho modelo se contemplaba la protección de la propiedad intelectual e industrial, pero no su explotación comercial.

Dicho modelo se completó en 2016 con la publicación de lineamientos para el otorgamiento de licencias para el uso y explotación de la Propiedad Industrial del IMSS, los que permiten ya la explotación comercial de las innovaciones mediante el licenciamiento de patentes con el respectivo pago de regalías. No contamos como tal con una oficina de innovación, pero tenemos la División de gestión de la innovación que se encarga de identificar y dar seguimiento a las innovaciones. 

- Por su estructura de trabajo con hospitales, el IMSS innova en conjunto con otras instituciones. Un ejemplo de innovación colaborativa es la producción y uso de polímeros de pirrol. ¿En qué consiste este proyecto?

Se trata de un dispositivo médico desarrollado por un trabajo conjunto del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, la Universidad Autónoma de México, el Instituto de Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía y el Instituto Mexicano del Seguro Social. El dispositivo consiste en una suspensión acuosa de partículas pulverizadas de polímeros de pirrol, que al ser colocado en el sitio de una lesión traumática aguda de la médula espinal, disminuye la inflamación y limita el daño al tejido nervioso. Esto permite la reconexión de las terminales nerviosas con la consecuente recuperación de algunas funciones motoras. 

Es trascendental que los directivos y tomadores de decisiones de las distintas dependencias de gobierno e instituciones tomen conciencia de la importancia de la innovación en términos de sus potenciales beneficios

- En este caso en particular, ¿cómo se gestionó y desarrolló este proyecto entre varias instituciones?

Las ventajas de realizar innovaciones en colaboraciones radica en la participación multidisciplinaria de expertos y de áreas con distintas capacidad técnica y tecnológica. El IMSS puede aportar conocimientos médicos y apoyar con la realización de estudios preclínicos en sus diversos centros y unidades de Investigación, así como estudios clínicos en pacientes. Eso mientras que instituciones académicas pueden aportar conocimientos en el ámbito de física, electrónica, software, entre otros, así como en la generación de prototipos y productos experimentales con las certificaciones necesarias para la experimentación en modelos animales y en humanos.

En el caso particular de los polímeros de pirrol, cada una de las Instituciones lleva de manera paralela y simultánea de acuerdo a sus áreas de conocimiento y capacidades. Y cada determinado tiempo el grupo multidisciplinario se reúne para evaluar los avances y plantear los pasos a seguir en términos de su desarrollo y maduración.

- ¿Cuáles son los inconvenientes que tiene una innovación para llevarse a cabo en México?

En salud el reto más importante es tener los recursos económicos necesarios para la maduración de las innovaciones, hasta tener productos con eficacia y seguridad probada en humanos, es decir, ensayos clínicos fase I, II y III. Las instituciones públicas suelen invertir en las etapas de investigación preclínica pero por lo general no cuentan con recursos suficientes para la maduración tecnológica y, por otro lado, la industria tiene un mayor interés por invertir en tecnologías con mayor grado de maduración; a esta brecha de financiamiento se le conoce como el “valle de la muerte” y es donde la mayor parte de las innovaciones se quedan estancadas.

-  Otro proyecto del IMSS es el uso de terapia biológica en enfermedades inflamatorias crónicas. ¿Qué instituciones participan y cómo se coordinó este proyecto?

Existe una línea de investigación en la Unidad de Investigación Médica en Inmuno-Química, en la que se evalúa el estado del sistema inmunológico y sus características en personas con enfermedades inflamatorias crónicas con falla a ese tipo de tratamientos. Esto permite apoyar al clínico en la toma de decisiones sobre ajustes en la terapéutica por un tratamiento que pueda tener un mejor perfil de seguridad y eficacia en cada paciente concreto.

El IMSS cuenta con múltiples patentes de fitomedicamentos con propiedades antiinflamatorias. Al ser medicamentos de origen herbolario pueden tener menores efectos adversos y su eficacia ha sido probada en estudios “head to head” con medicamentos alopáticos utilizados en la práctica médica habitual. Este tipo de medicamentos no se contemplan dentro de la llamada “ terapia biológica”.

- En este caso, cuál fue el origen de esta innovación ¿partió de la idea de un investigador, de una problemática de salud, o de una conversación entre equipos?

El proyecto de la Unidad de Investigación Médica en Inmuno-Química partió de una necesidad de la práctica clínica. Actualmente, la decisión del clínico sobre qué tratamiento debe indicar a pacientes con inflamación crónica se basa en guías de práctica clínica nacionales e internacionales, sin embargo, estas se realizan con base en los resultados clínicos en distintas poblaciones. Esto no asegura que todos los pacientes tengan una respuesta favorable a dichos tratamientos. Para aquellos pacientes con respuesta no favorable, es necesario realizar análisis más profundos que permitan apoyar al clínico a determinar la mejor terapia disponible en cada uno de esos pacientes, tomando en cuenta las características particulares de su sistema inmunológico.

- ¿En qué áreas o secciones de la cadena de la innovación está más débil México y América Latina en las cuales considera que se debiese poner más énfasis?

El tema de innovación en México y América Latina es relativamente reciente si se le compara con países como Estados Unidos o China. Esto ha generado un rezago importante en la generación de normativas que estimulen y faciliten las innovaciones, particularmente dentro de las Instituciones Públicas. Por otro lado, el presupuesto destinado al tema aún es bajo y no forma parte de la agenda prioritaria de los gobiernos a distintos niveles, lo que dificulta destinar recursos para incentivar y estimular su generación. Considero que los gobiernos deben cambiar su razonamiento y ver a la innovación como una potencial fuente de recursos económicos y soluciones aplicables a corto plazo en beneficio de su población y sus instituciones.

- ¿Cuál es la importancia del liderazgo tanto de personas como de instituciones para llevar adelante la innovación en el área salud? ¿puede darnos algunos ejemplos de esto?

Es trascendental que los directivos y tomadores de decisiones de las distintas dependencias de gobierno e instituciones tomen conciencia de la importancia de la innovación en términos de sus potenciales beneficios, ya que con ello, de forma vertical de arriba a abajo se puede estimular, incentivar y fortalecer la generación de innovaciones. En particular en el área de la salud, y en concreto en el caso del IMSS, recientemente el Director General ha hecho referencia al IMSS como un generador de patentes y su potencial beneficio para los usuarios y la propia institución.

Esto habla de una transición de concebir a la innovación como la simple compra de tecnologías innovadoras a la capacidad del Instituto para generar innovaciones propias que se puedan implementar o comercializar en beneficio de la población. El IMSS no solo es la institución pública asistencial en salud con mayor producción de patentes, también es la punta de lanza en la búsqueda de su licenciamientos y en la generación de buenas prácticas en innovación potencialmente reproducibles en otras instituciones como el ISSSTE y la Secretaría de Salud.