El COVID-19 podría infectar a 186 millones de enfermos crónicos en América Latina
La directora general de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, ha alertado de que el nuevo coronavirus puede infectar a 186 millones de personas con enfermedades crónicas, como por ejemplo diabetes, hipertensión, tuberculosis o VIH, en América Latina.
De ese grupo vulnerable, 43 millones de personas se consideran en un "muy alto riesgo", lo que quiere decir que necesitarían ser hospitalizadas. Además, tal y como ha recordado la experta, los hombres tienen el doble de posibilidades de contraer el coronavirus y desarrollar el COVID-19.
En una rueda de prensa, Etienne ha informado que en la última semana se registraron 900 mil casos nuevos y 22 mil muertes, la mayor parte de ellas en Estados Unidos, Brasil y México. "La mayoría de los países en Mesoamérica reportó una cantidad récord de casos semanales, y en América del Sur, el COVID-19 se está esparciendo en la base del Amazonas, en Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú", ha dicho.
Además, ha destacado el alto riesgo de enfermar de COVID-19 cuando hay comorbilidades crónicas como la diabetes, la obesidad y la hipertensión, cuya tasa de incidencia es muy alta en la región latinoamericana. "Unos 186 millones de personas en América Latina y el Caribe están en riesgo grave, y en América del Norte, una de cada tres. El riesgo aumenta con la edad en las personas mayores de 65, pero los menores no son inmunes", ha recalcado.
Dicho esto, ha avisado de que esta amenaza se agudiza puesto que la desviación de la atención y los recursos a la emergencia del COVID-19 ha dejado sin tratamiento a muchos pacientes con comorbilidades como, por ejemplo, la falta de insulina para los diabéticos, o de servicios de diálisis a quienes los precisan.
A su juicio, para evitar más casos graves y muertes por COVID-19 en América es "urgente" reforzar los sistemas de salud, sobre todo a nivel de Atención Primaria, de manera que los pacientes con enfermedades preexistentes no deban interrumpir sus tratamientos y permanezcan monitoreados por los profesionales de la salud.
En este sentido, la directora de la organización ha reiterado su llamamiento a los gobiernos para invertir en los servicios sanitarios y en el acceso a ellos de las poblaciones más vulnerables. "Las instalaciones de salud deben reorganizarse para proveer los servicios esenciales. Hay que desarrollar la telemedicina y establecer centros especiales para atender enfermedades crónicas sin que los pacientes se expongan al coronavirus de los hospitales COVID-19", ha enfatizado.
Del mismo modo, Etienne ha destacado la importancia de producir información específica a los grupos de riesgo y de enseñar a la población a mantener una rutina que incluya ejercicio y una dieta sana mientras está en casa. "Estas medidas permitirían una reactivación económica más segura y sostenible porque reforzarían los sistemas sanitarios y los harían más resilientes, una condición necesaria más allá de la actual contingencia", ha detallado.
Finalmente, la experta ha mostrado su preocupación por el aumento de casos y defunciones por COVID-19 entre las comunidades indígenas de América Latina, tanto en las áreas urbanas como en localidades remotas o aisladas con poco o nulo acceso a los cuidados de salud.
"Recomendamos que los líderes indígenas participen en acciones para detectar casos a tiempo, obtener confirmación de laboratorio, aislar casos positivos, y rastrear y poner en cuarentena sus contactos", ha apostillado el gestor de emergencias de la OPS, Sylvain Aldiguieri, al tiempo que ha subrayado la importancia de adaptar los materiales informativos y mensajes de salud a las culturas y prácticas de cada pueblo.
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