La técnica consiste en usar un escáner y una impresora 3D para obtener una pieza personalizada que protege la piel sana alrededor del tumor que recibe la radiación.
Investigadores han logrado imprimir en 3D células madre cartilaginosas, que han sobrevivido al proceso y conservado su capacidad para multiplicarse y diferenciarse.
El proyecto busca ampliar las oportunidades de los discapacitados y brindar apoyo a pacientes con limitaciones temporales, a través de la fabricación de prótesis de bajo costo.
El Centro Médico Infantil de Shanghai practica cada año más de 3.700 intervenciones cardíacas a niños, cifra que la sitúa en primer lugar entre todas las instituciones médicas del mundo.