Un equipo internacional de investigadores ha mostrado por primera vez que los canales iónicos capaces de detectar cambios en las propiedades físicas del entorno celular tienen un papel clave en el proceso de invasión y metástasis tumoral. El descubrimiento podría convertir estos canales en el objetivo de nuevos fármacos que disminuyan el riesgo de propagación de un foco canceroso.