Tras un seguimiento de 20 años a más de 3.300 personas, científicos han establecido una relación entre determinadas exposiciones en el ámbito ocupacional y el riesgo de padecer enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Esto ha puesto al descubierto un universo contaminante nuevo, que surge del uso intensivo de fármacos y drogas, de detergentes, productos de limpieza, higiene y cosmética, así como de aditivos de gasolina, del consumo de alimentos enlatados y envasados y de los innumerables compuestos plásticos sintetizados por la industria química.