Analizar los datos de celdas de cobertura de telefonía móvil para combatir el coronavirus sería un ataque a la privacidad, y además completamente inútil.
Mediante legislaciones más potentes se pueden resguardar mejor las fichas clínicas o mantener los datos de los pacientes en el anonimato, a la vez que se usen sistemas confiables que permitan estos objetivos, según plantea el ingeniero informático y experto en seguridad chileno.