Sandra Jurado, investigadora del Instituto de Neurociencia de Alicante, explica que mediante la plasticidad cerebral somos capaces de modificar hábitos o conocimientos predeterminados y aprender cosas nuevas.
Durante las horas de sueño la memoria hace turno de limpieza. Un estudio liderado por una científica española en la Universidad de Cambridge revela que cuando dormimos, las conexiones neuronales que recogen información importante se fortalecen y las creadas a partir de datos irrelevantes se debilitan hasta perderse.