Un informe de la Sociedad Americana Contra el Cáncer, detalla que desde 1989 hasta el 2018 las tasas de mortalidad relacionadas con este mal han disminuido de manera exponencial.
A diferencia del cáncer de mama o próstata, el de vejiga no es muy frecuente en la población. Sin embargo, al ser una enfermedad con síntomas que pueden pasar desapercibidos hay que prestarle la atención que merece para preservar la salud.