Los pacientes con osteogénesis imperfecta severa, conocida como la enfermedad de los huesos de cristal, desarrollan deformidades torácicas que pueden afectar a la función de los pulmones.
Según un estudio en más de 6.000 personas, quienes se expusieron a estos químicos al menos una vez por semana tenían un deterioro de la función pulmonar.