Este fármaco tópico logra generar tonos protectores en la piel aumentando su pigmentación sin los efectos perjudiciales de la radiación ultravioleta, lo que supondría una protección complementaria a las cremas solares.
El hallazgo se aplica a “nueces de árbol” como las almendras o castañas de cajú, pero no al maní. Y los efectos se presentan con la ingesta de apenas 57 gramos a la semana.