Un método planteado por investigadores vallisoletanos, fundamentado en un algoritmo, es capaz de localizar de forma automática hemorragias y microaneurismas en la retina.
A partir de cierta edad, las personas pierden gradualmente fuerza y estabilidad, las articulaciones se debilitan y cada vez es mayor el riesgo de sufrir una caída y romperse la cadera para posteriormente producirse una reducción en la movilidad.