El laboratorio de María Domínguez, del Instituto de Neurociencias de Alicante, ha logrado mostrar por primera vez que un factor importante en el desarrollo de la leucemia pediátrica es la inflamación. Esta reacción oculta totalmente a las células tumorales, dotándolas con una especie de ‘manto de invisibilidad’ que impide que el sistema inmune las detecte y las ataque.