Argentina: Uno de cada 100 niños padece epilepsia

Miércoles, 25/05/2016

Lo afirmó el especialista del Hospital Garrahan Roberto Caraballo, quien precisó además que 0,5 de cada 100 adultos padece la enfermedad y que en el 20% de los casos se trata de epilepsias refractarias.

Telam. "La epilepsia se define como la presentación crónica y recurrente de fenómenos paroxísticos ocasionados por descargas neuronales desordenadas, bruscas y excesivas que se originan en el cerebro. Es uno de los trastornos neurológicos crónicos más frecuentes y eso significa un problema para la salud pública", explicó a Télam, Caraballo.

El médico, que tiene a su cargo el manejo de las epilepsias refractarias en el centro de salud porteño, señaló que la mayoría de epilepsias que se presentan en niños "tienen que ver con la edad de desarrollo del cerebro, ya que en general nacen con una predisposición genética que se manifiesta en los dos o tres primeros años de vida".

"Los casos prevalecen en esos primeros años y también en adultos mayores de 65 por lo que aparece con mayor frecuencia en los extremos de la vida", completó.

El también presidente de la Sociedad Argentina de Neurología Infantil (SANI) derribó además algunos mitos sobre esa patología, como por ejemplo que puede ser causada por un padecimiento emocional.

"Eso es falso, porque las epilepsias tienen siempre origen orgánico, es decir que se originan en el cerebro. Sabemos que hay muchos mitos alrededor de esto, pero no es cierto que un epiléptico no pueda trabajar y tampoco que deban quedarse quietos en sus casas para no tener ataques", aclaró.

El experto enfatizó que los epilépticos deben llevar una vida "como la de cualquier persona", ya que "si se mantienen activos tienen menos posibilidades de sufrir ataques".

"Hay otros mitos que dicen que la epilepsia puede causar lesión en el cerebro, pero eso sólo pasa si los ataques son muy prolongados. La mayor parte de ellos son de corta duración, ceden espontáneamente y no causan daño cerebral", completó.

Consultado sobre la opción de la marihuana terapéutica para el tratamiento de esas afecciones, Caraballo afirmó que "hay que ser muy cautos", ya que "hace falta todavía una aprobación definitiva para que como médicos tengamos seguridad científica para poder utilizar la marihuana como medicación en nuestra práctica diaria", consideró.

Con respecto al tratamiento de las epilepsias refractarias, el especialista señaló que en esos casos se deben buscar otros tipos de tratamientos, como "la dieta cetógena (rica en grasas y con poco aporte de proteínas e hidratos de carbono), la cirugía o el estimulador del nervio vago".

"La estimulación del nervio vago es un procedimiento que se hace desde algunos años en la Argentina y resulta eficaz para tratar epilepsias resistentes a fármacos. Es una técnica paliativa que consiste en la estimulación eléctrica del nervio vago izquierdo en el cuello a través de un generador de impulsos que se implanta subcutáneamente en la región infraclavicular, que puede ser graduado externamente en frecuencia e intensidad", detalló.

Y completó: "No hay que tenerle tanto miedo a la epilepsia ni asociarla con mitos, porque hoy sabemos que hay tratamientos muy alentadores y que la enfermedad puede remitir definitivamente hasta en un 60% de los casos".

Con respecto a las novedades en tratamientos para enfermedades neurológicas, se presentó recientemente en la Argentina el primer test genético que ayuda a identificar qué medicación es la más adecuada para cada paciente a través de una muestra de saliva.

Se trata de un test no invasivo que ayuda al médico en la selección de psicofármacos y brinda información sobre la respuesta que se obtendrá ante esa medicación, qué dosis es la adecuada y qué efectos adversos se pueden encontrar en pacientes con enfermedades neuropsiquiátricas como depresión, epilepsia, trastorno de ansiedad, esquizofrenia, trastorno bipolar y déficit atencional, entre otras.

"El test brinda información sobre todas las variantes genéticas con recomendaciones específicas fármaco por fármaco. Puede así seleccionar y ajustar la medicación y las dosis con la información genética, por lo que reduce el tiempo de búsqueda del tratamiento y ayuda a estabilizar más rápido al paciente", explicó a Télam Miquel Tuson, doctor en Biología Genética de la Universidad de Barcelona, quien estuvo de visita en el país durante el último Congreso Argentino de Psiquiatría.

Y el psiquiatra y director de Adineu (Asistencia, Docencia e Investigación en Neurociencia), Miguel Márquez, coincidió: "La posibilidad de seleccionar los medicamentos orientados por estudios farmacogenéticos y encontrar los más eficaces mejora en mucho la calidad de vida del paciente".

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