Avanzado tratamiento contra aneurisma se estrena en Miami

Lunes, 01/02/2016

En el estudio, casi el 86% de los pacientes experimentó la curación completa de su aneurisma. La técnica Pipeline Flex es un cambio que podría derivar en un antes y un después.

Diario Las Américas. Durante 16 años, Teresa Delgado, de 78 años sufrió debilitantes dolores de cabeza localizados alrededor de su ojo izquierdo. A veces, el dolor era tan grave y su visión era tan borrosa que ella era incapaz de manejar, cuidar de sí misma y su familia, o pasar tiempo con sus nietos.

Después de una estancia de tres días en el hospital, Teresa Delgado fue diagnosticada con un aneurisma cerebral.

"Padecía de náuseas y un dolor de cabeza particularmente penoso, así que fui al hospital. Después de pasar algunos días hospitalizada sin saber lo que estaba mal conmigo, uno de los neurólogos, llegó a mi habitación y finalmente me dijo que la Resonancia Magnética que me realizaron mostraba que tenía un aneurisma cerebral”.

Esta no era la primera vez que Teresa Delgado había oído la palabra "aneurisma", pero nunca se imaginó cuánto dolor podría causarle, y cuánto podría afectar su vida.

Sin lugar a dudas, el aneurisma redujo su calidad de vida. La falta de sueño, así como los dolores de cabeza que comenzaron a intensificarse en la noche, junto con su incapacidad para dedicar tiempo a aquellas actividades que disfrutaba al máximo, como llevar a su nieto a sus partidos de béisbol, fueron algunas de las cosas que advirtió de inmediato.

Incluso con el diagnóstico, era poco lo que podía hacerse para corregir el problema. Una cirugía abierta no se recomendaba para el caso de Teresa Delgado debido a que ella necesitaba un bypass, que es una técnica micro quirúrgica abierta, realizada para utilizar vasos sanguíneos como conductos para el flujo sanguíneo de una parte del cerebro a otra. Desafortunadamente, según Italo Linfante, MD, Director Médico Neurorradiología Intervencionista en Miami Cardiac & Vascular Institute y Baptist Health Neuroscience Center, este tipo de procedimiento tiene una baja tasa de éxito y una alta tasa de morbilidad y mortalidad.

Dado que una cirugía abierta no era una opción, su médico de entonces, un neurocirujano de renombre en el Miami Center de Larkin en South Miami, trató a Teresa Delgado con medicamentos y monitoreo de rutina a través de resonancias magnéticas trimestrales por muchos años. Teresa Delgado fue referida a él poco después de recibir su diagnóstico en el Palmetto General Hospital.

Con los años, los medicamentos proporcionan poco alivio. Los dolores de cabeza continuaron sin cesar. De hecho, algunos de los medicamentos que fueron prescritos para ayudar a Teresa Delgado con los dolores de cabeza eran tan fuertes que su cuerpo no podía manejarlos. En algunos momentos hicieron que su cabeza se sintiera hinchada.

Después de notar que sus síntomas empeoraban con el tiempo, su médico determinó que Teresa Delgado necesitaba explorar más soluciones para aliviar su condición. Ella fue referida al doctor Linfante en el año 2015.

La decisión no podría haber llegado en mejor momento: Teresa Delgado estaba en grave peligro y ni siquiera lo sabía.

El aneurisma de Teresa Delgado había crecido gradualmente hasta llegar al sorprendente tamaño de 40 milímetros, ocho veces el tamaño del aneurisma promedio, y casi del tamaño de una pelota de golf.

Los aneurismas del tamaño de Teresa Delgado se producen cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se hincha y se llena de sangre. Si se filtra o se rompe, puede causar sangrado en el cerebro, lo cual puede ser mortal o causar daño cerebral. De hecho, cuando un aneurisma gigante se rompe, existe una probabilidad de un 40 al 60% que el paciente muera al instante.

Según el Brain Aneurysm Foundation, se estima que seis millones de personas, o una de cada cincuenta personas, en Estados Unidos tienen un aneurisma cerebral no reventado. Cada 18 minutos un aneurisma se rompe.

De hecho, muchas personas ni siquiera saben que tienen un aneurisma hasta que este se vuelve lo suficientemente grande como para mostrar síntomas: dolores de cabeza, visión borrosa, mareos, y una serie de otros indicadores que pueden surgir cuando un aneurisma está presente.

El 3 de junio de 2015, después de realizar una resonancia magnética, el Dr. Linfante informó a la paciente que necesitaba verla tan pronto como fuera posible.

"El Dr. Linfante me dijo que un coágulo de sangre se había desarrollado en la zona del aneurisma, lo que podría causar complicaciones muy graves", dijo Teresa Delgado. Además, en el momento en que Teresa Delgado fue examinada por el Dr. Linfante, su aneurisma presentaba trombosis parcial. Como resultado, podría haber desarrollado un derrame cerebral y pérdida de la visión en su ojo izquierdo.

"A la mañana siguiente, temprano, yo estaba en el hospital con el doctor Linfante, preparándome para hacerme el procedimiento”, agregó.

Por suerte para Teresa Delgado, ahora había más opciones de tratamiento a su disposición, incluyendo un procedimiento mínimamente invasivo diseñado para tratar los problemas de fondo detrás de un aneurisma. El Baptist Neuroscience Institute es uno de los pocos hospitales en Miami que ofrece este procedimiento.

"Este dispositivo de desviación del flujo del aneurisma ha revolucionado el tratamiento de pacientes cuyos aneurismas se consideraban intratables, como el de Teresa Delgado," nos dijo el Dr. Linfante. ”Ella presentó varios síntomas, incluyendo proptosis, lo que provocó que su ojo sobresaliera hacia afuera. Seis meses después se realizó el procedimiento Pipeline Flex y hoy sus ojos se ven normales y su aneurisma ha desaparecido. Si usted o un miembro de la familia experimenta este tipo de síntomas, animamos a estos pacientes a buscar atención médica de inmediato".

Para realizar el procedimiento, el Dr. Linfante inserta un microcatéter en una arteria de la ingle. Se hace avanzar entonces el dispositivo de embolización Pipeline™ Flex, un pequeño cilindro de malla trenzada, a través de la arteria carótida en el cerebro para colocarlo a través del cuello del aneurisma y así desviar gradualmente el flujo de sangre lejos de la zona. Después del tratamiento, la sangre deja de entrar en el aneurisma por completo, permitiendo el proceso de curación al reducir el tamaño del aneurisma de forma natural.

Luego del procedimiento, Teresa Delgado pasó más de una semana en el hospital, y dos semanas en un centro de rehabilitación en recuperación. La operación fue un éxito, y ella finalmente se liberó del dolor que la invadió por más de una década y media.

Desde su tratamiento, Teresa Delgado disfruta y saborea haciendo las cosas sencillas del día a día que hizo antes de que aparecieran sus dolores de cabeza, ante todo ha vuelto a pasar más tiempo con su familia. Después de más de 55 años de matrimonio, ella ha visto a su hija y a sus dos nietos crecer, y se complace en estar lo suficientemente bien como para ver la cuarta generación de su familia prosperar a través de sus dos bisnietos.

"Espero que mi historia inspire a otros y les ayuda a ver que la recuperación es posible con el tratamiento adecuado. Ellos también pueden llevar vidas largas y saludables", nos dijo.

Dr. Linfante y su equipo de Baptist Hospital de Miami han realizado hasta la fecha más de 30 procedimientos utilizando el dispositivo de embolización Pipeline Flex, después de una amplia formación; y más de 100 casos de la primera generación del dispositivo Pipeline™.

El dispositivo Pipeline™ Flex, desarrollado por Medtronic, es el primer y único dispositivo de desviación de flujo, aprobado por la Food and Drug Administration (FDA). El dispositivo recibió la aprobación de la FDA en 2015.

La FDA aprobó la primera generación del dispositivo Pipeline™ en 2011 sobre la base de los resultados positivos de un ensayo clínico llamado PUF (Pipeline™ para aneurismas Uncoilable o Aneurismas Fallidos). En el estudio, casi el 86% de los pacientes experimentó la curación completa de su aneurisma después de un seguimiento de años y ninguno de los pacientes cuyos aneurismas sanaron completamente han sufrido una recurrencia.

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