Cantidad de enfermeras: La clave para la supervivencia a un accidente cerebrovascular
El número de profesionales especializadas disponibles para el tratamiento inmediato tras un evento de este tipo, podría ayudar de manera considerable a la recuperación de los paciente.
Universidad de Aberdeen, Wendy Skene/ Una investigación a cargo de la Universidad de Aberdeen y la Universidad de East Anglia, reveló que las enfermeras disponibles para el tratamiento de pacientes inmediatamente tras un accidente cerebrovascular, serían la clave para su supervivencia.
Un número óptimo de enfermeras capacitadas y disponibles para cuidar a pacientes en una unidad de ictus agudo, es el mejor predictor de recuperación según el estudio, esto después de tomar en cuenta factores personales de salud como edad, presión arterial o gravedad del accidente.
Una profesional adicional entrenada por cada diez camas puede disminuir el riesgo de fallecimiento después de 30 días del evento hasta un 28%, y tras un año en hasta en 12%.
El número de consultores, tipo de hospital y nivel de apoyo ofrecido al alta fueron algunos de los factores de comparación en el análisis, lo que sirvió para identificar qué aspecto de los servicios de salud era el más valioso. Se registró la supervivencia del paciente a los siete días, treinta días y un año después del accidente cerebrovascular.
En el estudio (publicado en la revista de la Sociedad Británica de Geriatría) financiado por el Programa de Investigación para Beneficio del Paciente del Instituto Nacional para la Investigación de la Salud, quedó demostrado que en cada punto de tiempo, la proporción de enfermeras con los pacientes predice si este sobreviviría.
El profesor Phyo Myint, profesor de medicina de la tercera edad de la Universidad de Aberdeen, dirigió el estudio junto a otros colegas y los datos se obtuvieron de una auditoría de los ocho hospitales en el este de Inglaterra y se completaron con investigaciones de los predictores de la supervivencia de un derrame cerebral.
Mynt definió los resultados como sorprendentes, y dijo que "podríamos esperar que los aspectos más evidentes de la salud tuvieran un mayor impacto sobre la supervivencia, como por ejemplo, tener un equipo para apoyar el alta hospitalaria temprana, o la proporción de camas de agudos y de rehabilitación de la unidad". No es así. "En lugar de ello, hemos encontrado que, controlando todas las demás variables, un aumento de enfermeras en la proporción de pacientes, tiene un efecto sustancial en la reducción de la probabilidad de muerte después de un derrame cerebral", indicó.
Amanda Cheesley, profesional principal para condiciones a largo plazo y final de la vida en RCN, señaló que una vez más se destaca "la diferencia fundamental que las enfermeras especializadas pueden hacer. Con demasiada frecuencia, se han reducido los puestos de enfermería especializados y ejecutivos para ahorrar dinero, pero sus conocimientos y experiencia tiene un impacto positivo medible en los pacientes".
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