¿Cuál será el impacto de las devaluaciones monetarias en la Industria de la Salud?

Jueves, 18/02/2016

Uno de los sectores más afectados, de diversas maneras y en diversos mercados, es el de los dispositivos médicos. Los posibles escenarios de respuesta los revisamos en esta nueva entrega del informe de Global Health Intelligence.

A medida que China cambia su enfoque hacia el consumo interno, lo cual ha impactado desfavorablemente en el comercio global de commodities, se advierten varias consecuencias.

Uno: La depreciación de monedas experimentada en toda América Latina refleja la demanda menguante por sus commodities de exportación y está poniendo la dependencia de larga data de la región de la demanda china bajo un mayor escrutinio. En ese marco, se espera que el estancamiento económico regional se extienda para quedarse hasta el 2018, en la medida que las economías regionales alcancen, como se estima, un crecimiento del PIB modesto, menor al 3%. Muy por debajo de la expansión robusta que se vio desde 2003 a 2012.

Dos. El crecimiento lento y las monedas más débiles dejan a la región en desventaja, en lo que se refiere a los productos denominados en dólares. Como la mayoría de los dispositivos médicos son importados en América Latina, los fabricantes y los distribuidores deben revisar su política de precios periódicamente, con el fin de asegurar que se mantienen competitivos y rentables a la vez. Mientras tanto, los sistemas de salud internalizan estos incrementos de costos a través de la planificación de sus presupuestos, mirando por el "espejo retrovisor", en un trabajo de equilibrio desafiante. La industria y las instituciones gubernamentales están defendiendo cada uno sus respectivos intereses, lo que a menudo resulta en un tira y afloja entre las iniciativas de gasto público y las de reducción de costos, como fue el caso con el presupuesto de salud de Brasil a lo largo 2015.

Tres. No obstante que la inestabilidad económica de la región seguirá limitando los sistemas de salud pública, se prevé que el gasto de salud total de América Latina alcance el 7,7% del PIB en 2017.

Cuatro. El crecimiento futuro, entonces, dependerá de la flexibilidad del sector privado y la capacidad de las empresas para atender a las personas que buscan atención médica fuera del alcance del sector público. Con el gasto privado representando el 48% y el 57% de los mercados de la salud de Brasil y México, respectivamente, estos son los mayores mercados privados en los que prosperar. El rebote de México, desde su crisis económica en 2011, refleja la vitalidad de los mercados de la salud. El gasto sanitario del país creció casi 10% en 2012, resultado directo de la expansión del sector privado. El cambio de política de Brasil, en 2015, al abrir los hospitales privados a la inversión extranjera, también ejemplifica la necesidad de expandir la prestación de asistencia de salud y el papel del sector privado en satisfacerla. Otros países también han experimentado un fuerte crecimiento en el sector privado, en particular Chile, Argentina, y Nicaragua.

Como segundo más grande fabricante de dispositivos médicos (y más dinámico en la región), México también es prometedor. Gracias a su proximidad geográfica a los EE.UU. y sus menores costes de fabricación, el país se ha convertido en el quinto mayor exportador de productos de salud y sigue siendo una opción atractiva para medianas empresas de dispositivos médicos que deseen establecer operaciones en la región.

En este mercado las oportunidades se encuentran en el suministro de soluciones rentables que ayuden a los proveedores de salud del sector público y privado a mantener sus costos bajo control. Por el lado del equipamiento, esto puede provocar un movimiento hacia equipos reciclados o respaldados por una garantía del fabricante; o a la extensión de los contratos de mantenimiento para los distribuidores e integradores. La fabricación local y los subcontratos de fabricación local pueden ser una opción para algunos fabricantes de dispositivos médicos que traten de llevar sus costos fuera del dólar. Una mayor competencia de soluciones basadas en "presupuesto" surgirá, lo que afectará a las marcas establecidas en bienes de equipo, dispositivos y consumibles.

Otro nicho prometedor son los mercados orientados a la gestión de las enfermedades crónicas y ancianos, que han visto la creciente demanda, especialmente para los servicios y productos que se adaptan a la nueva filosofía centrada en el paciente. Subsegmentos de ellos incluyen las soluciones de salud móvil, telemedicina y la prevención, cuyo objetivo es tanto llegar a más pacientes como ser más eficiente con los recursos.

Dadas las presiones presupuestarias, las instituciones de salud públicas serán más cuidadosas sobre su gasto. Algunos países pueden incluso necesitar optimizar sus sistemas de salud, encontrando eficiencias y nuevas formas de colaborar con el sector privado.

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