Por qué el “doping cerebral” puede volvernos más tontos

Viernes, 22/07/2016

El boom en el uso del metilfenidato y el modafinil mejora el rendimiento, pero el precio podría ser una nada agradable “resaca” personal y social de mediano plazo.

Nadira Faber, The Conversation / Cluster Salud. Es un secreto a voces: mientras que los atletas dopan sus cuerpos, los trabajadores de oficina dopan sus cerebros. Compran  medicamentos recetados como Ritalin o Provigil en el floreciente mercado negro de internet para aumentar su rendimiento cognitivo.

Es difícil obtener datos fiables sobre cuál es la cantidad real de personas que toman hoy las llamadas "drogas inteligentes" o "sustancias farmacológicas de mejora cognitiva", como los científicos las llaman. Los estudios de prevalencia y encuestas sugieren, sin embargo, que las personas de diferentes ámbitos de la vida los utilizan,  cual es el caso de investigadores, cirujanos y estudiantes. En una encuesta informal entre los lectores de la revista Nature, el 20% de ellos informó que habían tomado drogas inteligentes. Y parece que su uso va en aumento.

Por lo tanto, si usted está en un trabajo exigente y competitivo, es probable que algunos de sus colegas probablemente tome drogas “inteligentes”. ¿Este pensamiento le preocupa? Si es así, usted no está solo. Los estudios muestran consistentemente que la gente ve el “doping del cerebro” de manera negativa.

Una preocupación principal es la equidad. Imagínese que mientras que usted va a correr para aumentar su energía mental, su colega est, en su lugar, “dándose” con Ritalin. Mientras usted confía en la utilidad de su siesta de la tarde para recuperar la concentración, su compañero de oficina sigue a mil  basándose en el uso de Provigil. ¿Injusto? El público en general piensa que  tomar drogas inteligentes es hacer trampa, ya que puede dar a los usuarios una ventaja competitiva. De hecho, incluso varios académicos han argumentado que el doping cerebral es injusto para las personas que no lo hacen.

Efectos mixtos

Por lo tanto, si su colega consigue un mejor informe sobre su performance dentro de la empresa del que recibe usted, ¿es realmente debido al Ritalin que toma? Si su compañero de oficina tiene las ideas más creativas, ¿es a causa de Provigil? Probablemente no. Las drogas inteligentes disponibles actualmente pueden aumentar el rendimiento del cerebro, sin embargo, no son tan eficaces como la cobertura de los medios sugieren a menudo. De hecho, las investigaciones muestran que, si bien pueden ayudar a algunas personas a lograr un mejor rendimiento,  en realidad también pueden hacer que otros rindan menos de lo que lo harían normalmente.

Veamos qué pasas con dos prominentes fármacos inteligentes: el metilfenidato y el modafinil, y sus efectos.

El metilfenidato, más conocido bajo su nombrecomercial, Ritalin, es un psicoestimulante que aumenta la concentración de los neurotransmisores dopamina y norepinefrina en el cerebro. El metilfenidato, generalmente, se prescribe para las personas que tienen trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). De hecho, este medicamento puede tener efectos positivos sobre el rendimiento de la memoria. Sin embargo, si el metilfenidato puede ayudar con otras áreas importantes de funcionamiento cognitivo -por ejemplo, la atención y el aprendizaje- aún no está claro.

Es importante destacar que las personas que normalmente no funcionan bien se benefician más de tomarlo que las personas que, “naturalmente”, son de alto rendimiento. De hecho, el metilfenidato puede incluso reducir el poder del cerebro de alto rendimiento, por el debilitamiento de la memoria a corto plazo, por ejemplo.

Por su parte, el modafinilo, que se vende bajo nombres como Provigil o Alertec, es una droga que promueve la vigilia. Aunque sus efectos sobre el cerebro no se entienden completamente, sin embargo, se sabe que el modafinil (o modafinilo) funciona en parte mediante el aumento del incremento de la cantidad disponible de dopamina. Se desarrolló para el tratamiento de trastornos del sueño como la narcolepsia. Tomando modafinil sí mejora la atención, pero todavía no está claro si también trae otros beneficios cognitivos. Si lo hace, es probable sean pequeños.

Sin embargo no es tan simple: el modafinil también podría hacernos menos inteligentes: puede reducir la creatividad y la flexibilidad en el pensamiento. Además, de forma similar al metilfenidato, el modafinil aumenta el poder del cerebro en mayor cantidad en las personas que normalmente muestran un bajo rendimiento. En otras palabras, si se toma modafinil es posible mejorar  el  rendimiento en un dominio, pero reducirlo en otro. Y es casi imposible obtener un beneficio importante, si usted es alguien que ya se mueve y en un nivel alto de rendimiento, de todos modos.

Lo anterior se debe a que las drogas inteligentes influyen en la concentración de neurotransmisores en el cerebro. El rendimiento (de una persona) es más alto en una concentración óptima de ellos, y  tener niveles demasiado bajos y demasiado alto puede disminuirlo.

Entonces,  si usted posee un rendimiento más bien malo, aumentar una probablemente baja concentración de un determinado neurotransmisor (con un fármaco inteligente) puede ayudarle. En cambio, si usted es alguien de rendimiento alto, probablemente cerca de tener la concentración óptima del neurotransmisor, aumentarla más no mejorará su rendimiento, es probable que haga que sea peor si se le pasa la mano con la dosis. Por eso existe un límite superior de lo mucho que puede lograrse con el doping cerebral. Esto es cierto incluso para las personas de bajo rendimiento: tomando demasiados medicamentos inteligentes, sólo tienen que presionar su nivel de neurotransmisor por encima del óptimo y obtener un pasaje de vuelta a la “inteligencia reducida” a cambio.

¿Dónde nos deja esto?

Primero, es claro que -en lugar de tomar drogas inteligentes- salir a correr o tomar una siesta en realidad podría ser una mejor idea. La investigación muestra que el ejercicio físico mejora, por ejemplo, la memoria y el aprendizaje, especialmente si se hace con regularidad. Del mismo modo, el sueño puede mejorar el poder del cerebro, incluso si no está cansado. Tiene grandes efectos positivos en la memoria, pero también puede aumentar la creatividad. Incluso siestas tan cortas como seis minutos durante el día pueden mejorar la memoria.

Hasta el momento no existen estudios que comparen directamente estos medios no farmacológicos para mejorar el rendimiento cognitivo con drogas inteligentes, pero parece que las drogas inteligentes no son más eficaces.

Algunos podrían argumentar que las drogas inteligentes no son, por lo tanto, una gran cosa en absoluto  y que, simplemente, debemos dejar de pensar que es injusto tomarlas. No creo que sea tan sencillo. La gente todavía tiende a sobrestimar la efectividad de los fármacos inteligentes de tal manera que hacen pedidos de esos medicamentos en un mercado negro no regulado en Internet, ello a pesar de los posibles efectos secundarios a largo plazo. La verdad es que simplemente no sabemos si existen tales efectos secundarios aún.

Además, este sobreestimar el poder de drogas inteligentes pueden estigmatizar a los usuarios y crear tensiones entre usuarios y no usuarios, por ejemplo cuando trabajan juntos en equipos. Es tarea de los científicos ayudar a las personas obtener una imagen precisa de lo que las drogas inteligentes pueden hacer  y lo que no pueden hacer.

Finalmente, la gran pregunta es ¿qué tipo de empresa, universidad y sociedad es la que pide o habilita la necesidad de  cumplir con un ideal sobrehumano de rendimiento máximo 24/7? Los nazis obtuvieron grandes éxitos dándoles a sus soldados toneladas de metanfetiminas, haciendo del  mundo un lugar aterrador, hasta que fueron derrotados por chicos del Cáucaso que tomaban té de samovar y otros de Idaho pertrechados de barras de café instantáneo y barras de chocolate.

 

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