EE.UU.: Fondos de inversión y laboratorios se unen para bloquear intentos regulatorios

Miércoles, 11/05/2016

Se reveló que en una reunión privada los primeros presionaron a los segundos para que hagan una defensa más agresiva de sus, criticados, mecanismos para establecer precios.

Cluster Salud. Un grupo de fondos de inversión organizó una reunión no secreta, pero si restringida, “con los principales grupos de presión biotecnológicas y farmacéuticas, instándolos a hacer un mejor trabajo la defensa de su industria”, informó la agencia Bloomberg.

Según ella, “el cónclave se produjo en marzo en una sala de conferencias en un hotel de Boston” y “allí, representantes de fondos, incluidos Fidelity Investments, T. Rowe Price Group Inc. y Wellington Management Co., exortaron a los ejecutivos y lobbistas de la industria a hacer un mejor trabajo defendiendo su política de precios mediante la educación del público sobre el valor de sus medicamentos”.

Según las fuentes no identificadas que cita la nota, los representantes de los fondos temen que los recientes escándalos e investigaciones legislativas sobre las alzas de precios de muchos fármacos, totalmente alejados de la inflación, “dejaría el camino abierto para que los legisladores tratan de imponer topes”. Según Bloomberg, los representantes de las farmacéuticas, “ansiosos por revertir la caída de acciones de biotecnología, aparecieron receptivos al mensaje”.

En efecto, el índice Nasdaq de Biotecnología cayó cerca de un 34% al lunes pasado, luego que llegara a su máximo histórico en julio de 2015. Tanto inversores como grupos farmacéuticos quieren hacer hincapié en que la gente (y los legisladores) comprendan que, por cada nuevo medicamento exitoso que sale al mercado, ocho o nueve fracasan, luego de un gasto que puede ir de 10 a 15 años.

Sin embargo, el enojo no es con las pequeñas o no tan pequeñas unidades de biotecnología, sino con CEOs especuladores, inmorales a la luz de enfermos e instituciones médicas, cual es el caso de los de farmacéuticas como Valeant Pharmaceuticals International Inc. y Turing farmacéutica AG, que compran medicamentos antiguos -ya desarrollados, pero relativamente monopólicos- y suben sus precios de 100 a 1.000%, simplemente para aprovecharse de una posición dominante en el mercado.

También influye en la mirada negativa hacia los laboratorios el hecho de que muchos de sus medicamentos más innovadores no son producto de su desarrollo, sino de compras (agresivas o no) de emprendimientos que ya han demostrado la efectividad de la nueva droga, con lo cual la inversión está en la compra misma y, luego, en el marketing global. Cosas nada menores, pero con riesgos mucho más bajos de los que se quiere hacer aparecer.

En EE.UU. existe, a la vez, una situación nueva, tanto Donald Trump como Hillary Clinton, los dos más probable contendores para ocupar la Casa Blanca, han expresado críticas y sugerido que reformarán o intervendrán en algunos de los mecanismos de compra de fármacos o podrían aceptar techos de precios específicos. De todas formas, Clinton, que ha recibido abundante fondeo electoral de el sector farmacéutico, difícilmente impondrá regulaciones duras.

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