Investigación llevada a cabo en 16 países muestra que muy pocos han comenzado una transición seria, tanto en hospitales, como en las comunidades médicas, para enfrentarlo con eficacia.

Tsunami. Esa es la palabra usada por el Dr. René Amalberti para describir las demandas de cambio que enfrentarán los sistemas nacionales de salud de aquí a 2030, cuándo el 40% de la población total del mundo sea mayor de 60 años (contra el 20% actual), porcentaje más intenso en los países más desarrollados, cuyas poblaciones envejecen más rápidamente, como es el caso de Japón, Canadá y Suiza.

Las reflexiones del investigador están contenidas en un paper publicado hoy y qué es el resultado del debate de representantes de 16 países, los que fueron invitados a hacerlo por el Innovation Group of the International Society for Quality in Health Care (ISQua), durante un simposio llevado a cabo en Doha, Qatar, en octubre del año pasado.

El trabajo se centra en las medidas que ya se están tomando en países como Japón, por ejemplo, donde se llevan a cabo pasos hacia una reducción de las camas de hospital y la reubicación consecuente de los presupuestos de cuidado intensivo hacia otras áreas.

Para Amalberti, si bien hay quienes avanzan este camino, lo cual “supone reorganizar las distintas comunidades médicas” en busca de una mejor coordinación y cobertura; en muchos otros países existe un retraso de una década en la tendencia: “sus políticos y líderes en el sector de la salud, aparentemente, se muestran lentos en sus respuestas”.

En el caso “de las naciones de ingresos bajos y medios, si bien existe una conciencia creciente sobre el impacto del envejecimiento en los sistemas de salud, esto más bien es visto como un tema de largo plazo cuando se lo pone frente a frente contra las prioridades corrientes de expandir el acceso al cuidado y pago de los costosos nuevos tratamientos con presupuestos limitados”.

De todas formas, en los tres grupos de países, lo principal es balancear las necesidades presentes con las que imponen prepararse para el futuro antedicho. Momento en el cual las condiciones de enfermedades crónicas asociadas con el envejecimiento en los grupos mayoría de edad, presentarán un desafío muy importante para los sistemas sanitarios. En especial en naciones que nunca tuvieron tantas población con tantos años encima.