El estornudo del camello
El descubrimiento de que una variante del resfrío común proviene de los dromedarios tiene algo de película cómica, pero científicos alemanes advierten la posibilidad de una remake. Esta vez de terror.
Centro Alemán para la Investigación de Infecciones/Cluster Salud. El Medio Oriente ha provisto a la Humanidad de tres cosas casi universales: el cristianismo, el islamismo y el humus. Pero sólo de una cosa realmente universal: el resfrío común. Bueno, al menos de una de la cepas del resfrío común o HCoV-229E. Olvidemos el nombre técnico y póngamosle un “alias” más fácil de recordar, “el resfrío del dromedario”.
Lo interesante de este último de los regalos de aquella zona geográfica al resto del mundo es que se descubrió, hace pocos días (y por casualidad). Lo hizo un equipo del Centro Alemán para la Investigación de la Infecciones (DZIF) que, lejos de interesarse en el resfrío común, investiga una enfermedad mortal: el MERS (The Middle East Respiratory Syndrome).
El asunto es que, como dice Christian Drosten, del Instituto de Virología del Hospital de la Universidad de Bonn, “en nuestras investigaciones del MERS hemos examinado unos 1.000 camellos en busca coronavirus (el MERS es un coronavirus) y nos sorprendió encontrar patógenos que están relacionados con 'HCoV-229E', el virus del resfriado común humano, en casi 6% de los casos".
Para entendernos. Hay cuatro coronavirus humanos, endémicos a nivel mundial, que -junto con los rinovirus más conocidos- son responsables de provocar los resfríos comunes. Lo que nadie sospechaba es que uno de ellos hubiera surgido no precisamente de una región húmeda.
Para confirmar que ello es así, el equipo de Drosten hizo un análisis genético comparativo molecular de los virus del resfriado común en los seres humanos, murciélagos (sí, los murciélagos también estornudan) y dromedarios, lo que arrojó evidencia que sugiere que este virus se transmitió de los camellos a los seres humanos.
El asunto no es sólo una curiosidad. Tiene una implicancia potencialmente siniestra. El resfrío del camello u HCoV-229E, muestra que es posible que un coronavirus salga de un dromedario y se vuelva epidémico.
¿Cómo? Drosten y su equipo aislaron este virus del resfriado común en camello en vivo y descubrieron que éstos pueden entrar en las células humanas a través del mismo receptor que utilizan el resto de los virus del resfriado común. Sin embargo, el sistema inmunitario humano es capaz de defenderse contra los virus de camellos, del mismo modo que pueda contra las otras versiones del virus del catarro.
Además, las pruebas con suero humano y los virus del resfriado común en animales mostraron que no existe riesgo inmediato de una epidemia en los seres humanos, debido a mayor parte de la población humana ya tiene inmunidad respecto del “virus del camello”, por la inmunidad generalizada contra el virus del resfriado común HCoV-229E.
El problema es el MERS . Fue identificado en humanos por primera vez en 2012. Causa infecciones de las vías respiratorias graves que, a menudo, son fatales. Los dromedarios fueron confirmados como su fuente animal hace ya algún tiempo.
“El virus MERS es un patógeno extraño: produce brotes más pequeños de lo común, limitados a nivel regional”, explica el científico. “Por ejemplo, en hospitales. Afortunadamente, el virus no se ha adaptado bastante bien a los seres humanos, y por lo tanto no ha sido capaz de difundir a nivel mundial hasta ahora”.
Pero, los resultados de estas investigaciones en curso sobre los predecesores del virus HCoV-229E humano en camellos representan una situación que es similar a la situación actual con el MERS. Estos virus predecesores tampoco se adaptaban de manera óptima a los seres humanos.
Es decir, la evolución del virus del resfriado común podría proporcionar un escenario para el surgimiento MERS.
Mirado desde esa óptica, la difusión mundial de HCoV-229E a través de la transmisión de humano a humano, la cual es altamente probable que haya ocurrido durante una pandemia en el pasado, es motivo de preocupación. "Nuestro estudio nos da una señal de advertencia sobre el riesgo de una pandemia MERS”, reflexiona Drosten. “Porque el MERS tal vez podría hacer lo que hizo HCoV-229E". Pasar de ser un negocio local a una multinacional y, en el camino, matar a unos centenares de miles de personas.
Esta es la razón por la que se necesita pasar a la acción. Y en el DZIF, sus investigadores están trabajando intensamente en la investigación de una vacuna contra el MERS, la que va a entrar en ensayos clínicos a principios del año próximo.
Mientras tanto, deberíamos posponer esos planes de tener un camello de mascota o considerar que el estornudo de un dromedario en el zoológico es algo extremadamente divertido.
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