El nuevo rol de México en la vacuna antiifluenza

Martes, 03/12/2019
El país fue incluido en el Fondo Rotatorio de Vacunas y al Fondo Estratégico de Medicamentos Esenciales y Suministros Estratégicos de la OPS.
Maribel R. Coronel / El Economista

Ahora que se anunció la firma del acuerdo entre el Gobierno de México y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para que el país participe en los fondos de vacunas y medicamentos del organismo multilateral, se hizo ver la oportunidad de comprarle medicamentos y otros insumos de salud, pero lo que no se dijo es que con ello también se abre la opción de venderle vacunas y medicamentos a la OPS.

Sí es un hito histórico que México se incorpore al Fondo Rotatorio de Vacunas y al Fondo Estratégico de Medicamentos Esenciales y Suministros Estratégicos de la OPS, pero no es tanto porque lo requiera, pues por el tamaño de las propias necesidades del país, puede lograr óptimas negociaciones y precios muy competitivos -mucho mejores que los que consiguen otros países más pequeños- e incluso a veces mejores que los obtenidos por la OPS.

La muestra son las negociaciones que consiguió el Gobierno mexicano para medicamentos de alta especialidad como antiretrovirales para VIH, terapia para la cura de Hepatitis C y la reciente compra de factores 8 y 9 para Hemofilia. Irrefutables puntos positivos que está logrando la oficial mayor de SHCP, Raquel Buenrostro.

Viene ahora la negociación precisamente para comprar vacunas donde las empresas ven venir condiciones diferentes con acuerdos de largo plazo e incluso contratos multianuales.

Pero regresando al tema sobre el potencial que México tiene para convertirse en proveedor de la OPS, permítanme referirme al caso de la vacuna anti influenza.

Platicando con Fernando Sampaio, director general de Sanofi Pasteur en México, nos contó sobre el buen avance que lleva la construcción de la planta Azteca Vacunas en el municipio de Cuautitlán Izcalli, estado de México, desarrollada bajo una Asociación Público-Privada (APP) con el Gobierno mexicano que implica inversión y transferencia de tecnología y conocimiento de Francia para producir vacuna antiinfluenza 100% en México.

Conforme el acuerdo firmado en 2017, la construcción la cubre al 100% la farmacéutica francesa Sanofi con una inversión de 127 millones de euros (unos 2,800 millones de pesos); y la operará hasta el año 2032 cuando entonces pasará a ser propiedad del Gobierno mexicano. Inversión, tecnología, apoyo en caso de pandemia y precios preferenciales de vacunas es parte de lo que aporta Sanofi, en tanto que el compromiso del Gobierno de México es adquirirle casi toda la vacuna de influenza y combo pediátrico en ese periodo.

Al término del acuerdo, Birmex -empresa mayoritariamente estatal que desarrolla, produce, importa y comercializa vacunas, dirigida por Carlos Rello Lara- es la que se quedará con el knowhow y la operación de la planta a futuro. Lo importante aquí es la autonomía y soberanía lograda en vacunas antiinfluenza, lo cual en caso de pandemia es factor de seguridad nacional.

Pero además México se convertirá en potencial exportador de dicha vacuna. Por ello, como decíamos, el acuerdo recién anunciado con la OPS tiene sentido no sólo para comprarle sino en los hechos también para venderle.

La construcción de la planta Azteca arrancó en febrero y el plan es que para el 2024 esté saliendo la primera producción 100% nacional de vacuna antiinfluenza. Sampaio nos comparte que van adelantados en la construcción e incluso no descartan que si todo va bien, puedan adelantar para el 2023 el inicio de producción. Aunque ahí dependen de que logren ir de la mano con las autoridades regulatorias de Cofepris, en particular para la aprobación del dossier, su validación y ejecución. Es donde se ve difícil dado que el actual equipo de Cofepris no se ha caracterizado por ser ágil, sino todo lo contrario, más bien por una lentitud que raya en la parálisis.

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