Reino Unido, el primer país en autorizar el uso de la vacuna Pfizer contra el COVID-19
El Reino Unido se convirtió en el primer país occidental en aprobar una vacuna contra el coronavirus, la desarrollada por Pfizer-BioNTech, autorizada para su uso el mismo día en que Inglaterra sale de su segundo confinamiento. La autorización de emergencia de la vacuna, que se dio antes que en Estados Unidos y en la Unión Europea, permite el inicio de las las inoculaciones masivas.
Según el ministerio de Sanidad, “el gobierno aceptó la recomendación de la Agencia Reguladora de Productos Sanitarios y Médicos (MHRA, en inglés) de aprobar el uso de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer/BioNTech”. El MHRA es el regulador británico de medicamentos, un organismo independiente que informó que, pese a la rapidez de su aprobación, esta se hizo “con toda rigurosidad” y sin precipitación.
Para aprobar la vacuna, el gobierno británico reforzó una antigua ley que le permite a Gran Bretaña salir del marco regulatorio de la Unión Europea en emergencias de salud pública y, desde entonces, el MHRA -mediante un proceso de aprobación de emergencia ultrarrápido- aceleró la revisión de la vacuna Pfizer. Sin embargo, la decisión fue criticada de inmediato por la Unión Europea. En una declaración inusual, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que está a cargo de aprobar las vacunas COVID-19 para la UE, dijo que su procedimiento de aprobación más largo era más apropiado ya que se basaba en más evidencia y requería más controles que el procedimiento de emergencia elegido por Gran Bretaña.
“La ayuda está en camino con esta vacuna, y ahora podemos decir eso con certeza, en lugar de con todas las advertencias”, dijo por su parte el secretario de salud británico, Matt Hancock, quien también informó que una primera entrega de 800.000 dosis de esta vacuna (de la que el Reino Unido adquirió 40 millones por adelantado) estará disponible a principios de la próxima semana. Según indicó a la Radio 4 de la BBC, el resto irá llegando progresivamente a medida que esté disponible. “Cada nuevo envío debe obtener la aprobación de la MHRA”, precisó.
Sin embargo, su distribución tiene muchos retos. El primero de ellos es que la vacuna debe transportarse a temperaturas similares a las del Polo Sur. Dada la necesidad de conservar el producto a muy baja temperatura, entre -70ºC y -80°C, la campaña de vacunación comenzará en los hospitales y se realizará siguiendo un orden de prioridad que comienza con residentes y trabajadores de geriátricos, personal médico y mayores de 80 años. Pero “siempre he dicho que el grueso de la vacunación se realizará el año que viene”, subrayó Hancock.
Pese a la esperanza que trae “este anuncio no es el final de la historia y todavía hay mucho trabajo por hacer”, advierte sin embargo el profesor Arne Akbar, presidente de la Sociedad Británica de Inmunología. “El despliegue de la vacuna va a ser un desafío logístico y depende de nuestros dedicados profesionales de la salud en todo el país. Además, el fomento de la confianza del público en la vacuna va a ser crucial”, subrayó.
Con casi 59 mil muertes confirmadas por COVID-19, el Reino Unido es el país más castigado de Europa por la pandemia, que este año provocará el mayor retroceso en su economía en 300 años: -11,3%. Con una población de 56 millones de habitantes, también ha reservado vacunas a otros laboratorios, por ejemplo 100 millones de dosis de la que desarrollan Oxford y el británico AstraZeneca, y otros 60 millones de la futura vacuna de Novavax.
Los británicos salieron este miércoles también de un segundo confinamiento de cuatro semanas, pero manteniendo restricciones locales que les impedirán verse con familiares y amigos en lugares cerrados y manteniendo bares, restaurantes, cines y teatros cerrados en la mitad del país.
Comentarios