Los informativos y los periódicos lo han señalado durante estas semanas en repetidas ocasiones. Varían las cifras y los autores de los informes, pero no así la conclusión principal: el confinamiento está afectando a nuestra salud mental.

No es una sorpresa, por otro lado, sino algo bastante lógico en esta situación. Nuestra realidad, por entero, se ha visto sacudida muy fuerte de arriba abajo, de repente y sin previo aviso. El estilo de vida que conocíamos ha cambiado de forma abrupta. Unos lo llevan mejor que otros, como cualquier circunstancia, pero, sin duda, este cambio influye en el estado anímico de todos.

Desde el Foro Económico Mundial están preocupados con este problema global. Ya les preocupaba la salud mental antes de la cuarentena, pero ahora es más evidente. Por eso, para ayudar a aliviar este malestar publican en su página web unos consejos prácticos, de la mano de 7Chairs, una organización especializada.

1. Aprovecha la tecnología para conectar con otros en tiempo real

Sabemos de sobra que las nuevas tecnologías no son buenas o malas, sino que depende del uso que hagamos de ellas. La adicción a las redes sociales y a Internet, a veces, nos hace perder el contacto real con las personas, cosa que es negativa, pero un buen uso de ellas nos reporta múltiples beneficios y facilidades.

Ahora, por ejemplo, la tecnología nos permite conectar con seres queridos que están lejos físicamente. Existen numerosas herramientas para hacer videollamadas, muy fáciles de utilizar. Pasar tiempo real con otros, aunque sea a través de una pantalla, es positivo.

2. Ábrete y comparte cómo te sientes

Este punto es más complejo. Hay personas a las que les cuesta más compartir sus sentimientos y a otras que, por el contrario, lo hacen con facilidad y gusto. Para aquellas a las que les cuesta va dirigido este consejo: comparte un sentimiento al día con alguien cercano. Quizá pienses que es una tontería, pero desde la organización aseguran que funciona y ayuda a mejorar el estado de ánimo. Exteriorizar nuestra vivencia reduce el estrés y la ansiedad.

3. Empatiza y pregunta a otros cómo se sienten

Del mismo modo que expresarnos nos libera y conecta con otras personas, escucharlas nos acerca a ellas y les permite desahogarse; un beneficio recíproco y natural. Preguntando a otros, salimos de nosotros mismos, desarrollando la humildad, la empatía y la compasión. Esto reduce el estrés y la ansiedad.

4. Contacta con otras personas que viven tus mismas experiencias

Si consideras que necesitas de otros estímulos para aliviar tu estado anímico, existen grupos de personas que comparten sus experiencias a modo de foro. Entre los consejos que nos proporciona 7Chairs para reforzar nuestra salud mental esta cuarentena éste va más allá de los contactos cotidianos, con amigos y familiares.

Quizá te apetezca probar con esta alternativa. Desde la institución aseguran que conectar con personas de ideas afines ayuda mucho a manejar el estrés. Bien pueden ser tus contactos de siempre o también estas pequeñas comunidades creadas para compartir ideas, experiencias y proyectos.

5. Cuídate: aliméntate y mantente en forma

Añadimos un último consejo a la lista, muy importante también. También es lógico, pero a veces se nos olvida. Comer sano tiene beneficios en nuestro estado anímico y psicológico. Cuida tu dieta, que sea equilibrada y acompáñala de ejercicio físico. Éste también repercute en nuestro estrés y ayuda a reducirlo, aumentando nuestra sensación de bienestar.

Te animamos a que lo hagas de la forma que prefieras, pero si te interesa, aquí puedes aprender cómo hacer deporte desde casa con la App #SeguimosConectados, disponible en el menú principal de Movistar+. Encontrarás, cada día, ejercicios guiados para runners y estiramientos de yoga y meditación.

Esperamos que estas claves te sirvan de utilidad. Como sabes, la situación actual de la cuarentena no va a durar para siempre y saldremos, como se ha dicho, reforzados. Mantente ocupado y si quieres, aprovecha para hacer tareas pendientes. Si nos enfocamos en mirar bien, todo tiene, incluso lo malo, su lado positivo.