¿Cómo se podrían recuperar hígados?
España lleva 27 años siendo líder en el ranking de trasplante de órganos. Un gran hito para nuestra sanidad, ya que además de seguir en cabeza de la clasificación, en 2018 se volvió a superar el máximo histórico en la historia de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) con un total de 5.318 trasplantes. Cabe destacar que el anterior récord también lo ostentaba España con 5.259 trasplantes en 2017.
Asimismo, la tasa de donantes ha aumentado en un 37% en los últimos cinco años en España, marcando también un incremento histórico. Según los datos presentados el pasado enero por la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, acompañada por la directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, en 2018 el número de donantes ascendió a 48 donantes por millón de población, es decir, un total de 2.243 donantes que se traduce en 5.318 trasplantes. Para que sea más gráfico todavía: hubo 6 donantes y 14,6 trasplantes al día en 2018.
Sin embargo, hay un punto negativo en estas brillantes cifras, y hace referencia a los órganos que se pierden y no pueden ser trasplantados. Por ejemplo, en el caso de los hígados, uno de cada cuatro órganos que se donan en España no puede ser trasplantado finalmente. ¿Las causas? Edad avanzada de los donantes, patología de hígado graso y otras enfermedades como diabetes y obesidad.
¿Hay solución?
Una vez más, la innovación se hermana con la ciencia para dar respuesta a un problema. En el Hospital Reina Sofía de Córdoba se llevó a cabo un ensayo en 2016 para estudiar la posibilidad de recuperar cuatro hígados que ya habían sido descartados.
Si durante el proceso habitual los órganos se meten en una nevera a cuatro grados durante diez horas hasta que se llega al hospital de destino, los médicos del Reina Sofía cordobés utilizaron una máquina de perfusión que le da al hígado un flujo sanguíneo constante y aumenta su temperatura de manera progresiva hasta los 37 grados, como explican los compañeros de El País.
Rubén Ciria es cirujano en este hospital y explica que los hígados con los que llevaron a cabo el estudio “no habrían sido aceptados por ningún grupo de trasplantes” y añade: “Después de mantenerlos con la máquina a temperatura corporal durante seis horas, dos de ellos ya cumplían los estándares de ácido láctico, presión y resistencia adecuadas”. Es decir, podrían haber sido trasplantados, no se hizo la operación porque el fin del estudio era demostrar que sí podían reciclarse. Fue publicado en Trasplantation Proceedings.
El mayor problema de la conservación en frío es que daña los hígados grasos, pero mediante esta técnica se pueden recuperar órganos que han sido descartados inicialmente, casi un 30%, según indica Beatriz Domínguez-Gil, directora de la ONT.
Los recursos necesarios son una de las dificultades con la que se encuentra esta técnica, ya que el precio de las máquinas de perfusión oscila alrededor de los 175.000 euros ( US$ 198.446). Además, hay que añadir el coste de personal y otros 15.000 euros (US$ 17.009) de material fungible.
Reducción lista de espera
A pesar del desembolso inicial, la realidad es que los resultados conseguidos con esta técnica salvarían un gran número de hígados y reducirían la lista de espera en España, que, según las cifras de 2018, era de 385 personas, de acuerdo a ONT.
Incluso podrán mejorar con la aplicación del Plan Estratégico ‘50×22’, que tiene como objetivo que en el año 2022 sea posible llegar a los 50 donantes por millón de habitantes y los 5.500 trasplantes.
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