Aliado a fundaciones internacionales, el hospital León Becerra en Ecuador, tiene un valor agregado en sus servicios de salud.

Desde el 2012, el sanatorio regentado por la Benemérita Sociedad Protectora de la Infancia, ha organizado 22 misiones médicas que han permitido practicar 1.882 cirugías ambulatorias a niños y adultos de escasos recursos económicos.

Las operaciones, que se han efectuado gratuitamente, son de labio leporino y paladar hendido, de malformaciones en manos y pie. Y entre los beneficiarios hay guayaquileños y personas que llegan a la urbe de varias zonas rurales del país.

No obstante, la liquidez del hospital no atraviesa su mejor momento. El sanatorio reclama una deuda del Ministerio de Salud, desde enero del 2014 hasta marzo del 2018, que asciende a los US$ 7.300.000.

Ricardo Koenig, presidente de la Sociedad Protectora de la Infancia, dijo que en el 2006 el Congreso Nacional de la época hizo un exhorto al gobierno de turno para que al sanatorio le sea asignado un presupuesto de US$ 80.000 mensuales.

Él explicó que según la resolución del Legislativo, ese monto era para cubrir el pago de los trabajadores y para capacitación del personal.

El pago, agregó Koenig, se cumplió hasta el 2014. Y por ello, ante la iliquidez del hospital que este mes cumplió 90 años de creación, el sanatorio tiene problemas para cancelar a los trabajadores.

En algunas ocasiones los servidores han pasado hasta cuatro meses sin recibir sueldo.

La semana pasada, la Asamblea Nacional resolvió exhortar al gobierno a pagar la deuda que mantiene el Ministerio de Salud y otros valores que adeudan entes como el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por atención a pacientes derivados.

A los deudores se suman el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) y el Sistema Público para Pago de Accidentes de Tránsito

(Sppat). De ahí que, la deuda total del Estado asciende a US$ 9.300.000, según Koenig.

En marzo pasado, durante una visita al sanatorio la ministra de Salud Verónica Espinosa dijo que buscarían los mecanismos para garantizar la liquidez de la casa de salud.