Esta doctora atendió sola una policlínica uruguaya que hoy cierra sus puertas
La policlínica de Carrasco Norte abrirá sus puertas por última vez este viernes tras 60 años de servicio en el barrio. Ubicada sobre la calle Máximo Tajes, entre Lancasteriana y Capri, la pequeña clínica de fachada modesta bajará su persiana porque la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) consideró injustificado su funcionamiento debido a la baja asistencia de pacientes que registra.
Pero los vecinos discrepan con esa versión. Aseguran, incluso, que es una "locura" dejar al barrio sin su referente en salud. Con ánimo de marcar su decepción juntaron firmas y convocaron una manifestación para la mañana del lunes 11, aunque según dicen, será difícil que las autoridades den marcha atrás.
El 15 de mayo ASSE se comunicó formalmente con Adriana Bacigalupi, única médica de familia y comunidad que tiene el centro, con 29 años de trabajo en el lugar. Según explicó la profesional a El Observador, la policlínica ha ido perdiendo servicios con el correr del tiempo. Primero recortaron la farmacia, después las vacunas, luego los médicos generales y al final los pediatras. En febrero solo quedaba la médica de familia y una odontóloga que trabajaba un día a la semana. Pero ese mes cancelaron la dentista y quedó Bacigalupi únicamente.
"Atendí a cuatro generaciones: abuelas, madres, hijas y nietos. Ellos también me vieron crecer a mí, entré con 27 años y hoy tengo 56. Soy la única doctora que conoce a esta gente, tengo una responsabilidad con ellos, no puedo abandonarlos", dijo Bacigalupi y aseguró que, por día, recibe entre 10 y 12 pacientes. Las autoridades le ofrecieron trasladarla al Centro de Salud Club de Carrasco, ubicado en la calle Bolivia con Camino Carrasco, pero para ella eso es algo similar a un "despido indirecto".
"Con la edad que tengo no voy a empezar de cero en otro lugar. Ser médico de familia es una especialidad que se alimenta de la confianza y del tiempo. Si me voy de acá pasaré a ser una médica general del montón, a costas de abandonar el compromiso que tengo con estos pacientes", insistió la doctora.
Además de prestar servicios médicos, Bacigalupi también dicta cursos en la iglesia del barrio y en las escuelas. Prepara talleres de sexualidad, adicciones, bullying, como también de hábitos alimentarios saludables y la importancia del ejercicio físico, entre otros. "Me parece que este trabajo de décadas debe avanzar en lugar de retroceder, justo ahora que existe una crisis de participación generalizada", se lamentó.
Las dos posturas
Esta noticia trasciende el mismo día que ASSE presentó su primera rendición de cuentas, relativa a los cuatro meses de gestión que lleva el nuevo directorio. Marcos Carámbula, presidente del organismo, reconoció en rueda de prensa que uno de los principales desafíos está vinculado a la falta de recursos humanos en el primer nivel de atención. Teniendo en cuenta esa autocrítica, a Bacigalupi le sorprendió la impulsividad con que el directorio decidió esta clausura, cuando la idea es acercar la salud a los más desfavorecidos. Incluso el presidente Tabaré Vázquez ha pedido que se trabaje en ese sentido.
El presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Gustavo Grecco, aprovechó el evento de ASSE para comentarle al gerente general, Alarico Rodríguez, la necesidad de "conversar un poco más" el cierre de dicha policlínica. Acordaron, entonces, reunirse el lunes para discutir nuevos argumentos.
Consultado por El Observador, Rodríguez explicó que la decisión del cierre va de la mano con el traslado del servicio al Centro de Salud Club de Carrasco. "Es muy bajo el número de pacientes que se atiende actualmente en la policlínica de Máximo Tajes, son escasos los servicios que se dan y las condiciones edilicias son realmente malas", aclaró el gerente y agregó que gracias a la nueva propuesta los pacientes ampliarían las prestaciones que reciben, ya que la zona de influencia es la misma en ambos centros. Pero los usuarios no consideran que sea cerca.
"Esta propuesta aleja la salud del barrio porque se quiere mudar a 3.4 kilómetros y la gente aquí no tiene ni vehículo ni dinero", criticó Bacigalupi . Lo que hay que hacer, según la médica, es mejorar los recursos materiales y humanos que actualmente dispone la policlínica.
"Si no estaríamos seguros de que esta iniciativa mejora la calidad de atención a los pacientes, no lo haríamos", sostuvo Rodríguez y continuó: "De todas maneras, el lunes escucharemos lo que nos plantee el Sindicato Médico. Si señalan inconvenientes fundamentados estamos dispuestos a rever la decisión, pero realmente estamos seguros de los beneficios", concluyó.
Este viernes está estipulado que sea la última jornada de servicio en Carrasco Norte. Sin perjuicio de ello, ante la eventualidad de revertir la decisión de clausura, Rodríguez explicó que no sería un problema solicitarle a la profesional que retome sus funciones en el centro, sí así fuese necesario.
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